Desde una perspectiva psicológica, la limitación cognitiva a la que estamos sometidos se debe al sistema educativo implantado en nuestra sociedad. Es evidente que la educación influye en la construcción de nuestra realidad consensuada, la cual beneficia a una élite que la dirige. Este planteamiento encuentra apoyo en la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura (1977), que defiende la idea de que los individuos aprenden a través de la observación y la imitación de modelos, y que el entorno social influye en la construcción de la realidad.[1] De esta forma, el sistema educativo tal y como está planteado, puede limitar la capacidad de los individuos para desarrollar habilidades cognitivas y críticas que les permitan pensar fuera de los límites marcados por la corriente dominante.
Desde una visión sociológica, las narrativas que consumimos en los medios de comunicación son producto de los parámetros marcados por la corriente dominante y limitan nuestra capacidad para pensar fuera de la caja. Esta postura encuentra su apoyo en la teoría de la comunicación de masas de Marshall McLuhan (1964), quien afirma que los medios de comunicación tienen la capacidad de moldear nuestra percepción de la realidad y que, por tanto, pueden ser utilizados para controlar el pensamiento y la opinión pública.[2] En esta vía, los ciudadanos son incapaces de pensar fuera de los límites marcados por los medios debido a la imposición de una realidad consensuada. Esto implica que aquellos que deciden apartarse de la opinión mayoritaria y utilizar su propio criterio son a menudo atacados y calificados como «negacionistas» en lugar de ser respetados por su independencia intelectual.
Desde la óptica política, hemos de reconocer la existencia de un sistema educativo que limita la capacidad de los individuos para pensar de forma crítica y autónoma, lo cual se refleja en la utilización de exámenes que premian la repetición de información previamente enseñada. Esta visión coincide con la teoría crítica de la educación de Henry Giroux (1983), quien plantea que la educación debe estar al servicio de la emancipación de los individuos y no al servicio de los intereses de la élite dominante.[3] Esta situación, exige la necesidad de ahondar en la consciencia y el conocimiento de uno mismo como vía para comprender nuestra posición en el mundo y nuestro papel en la sociedad.
En esta dirección la consciencia y el conocimiento de uno mismo son temas que han sido abordados por diversas disciplinas y perspectivas. En la antigüedad, el conocimiento de uno mismo era considerado un elemento esencial en la filosofía griega. Uno de los filósofos más importantes en este tema fue Sócrates, quien enfatizó la importancia del conocimiento propio en el proceso de autodescubrimiento y búsqueda de la verdad. De hecho, la famosa frase de Sócrates «Conócete a ti mismo» era considerada la piedra angular de la filosofía y la educación griega.[4] Otro ejemplo de la importancia del conocimiento de uno mismo en la antigüedad se encuentra en el yoga y la meditación en la India. El yoga se considera una herramienta para el autoconocimiento y la autorrealización, y se cree que la meditación ayuda a alcanzar un estado de conciencia superior.[5]
Desde la psicología, se ha estudiado el concepto de autoconocimiento como un elemento fundamental en el desarrollo de la personalidad y la salud mental. Según Neff y Vonk (2009), la falta de autoconocimiento puede llevar a problemas emocionales y comportamentales, mientras que un mayor conocimiento de uno mismo puede promover la autenticidad y la satisfacción con la vida.[6]
Desde un enfoque sociológico, la construcción social de la realidad ha sido uno de los temas centrales en el estudio de la sociedad. De acuerdo con, Berger y Luckmann (1966), la realidad es construida a través de la interacción social y las instituciones que regulan esta interacción.[7] Siguiendo esta lógica, la educación y los medios de comunicación son elementos clave en la construcción de la realidad social. En correspondencia con esto, la educación y los medios de comunicación pueden limitar nuestra capacidad de pensar fuera de la caja y perpetuar la visión de una élite que domina la sociedad. Por lo tanto, es necesario ahondar en la consciencia y el conocimiento de uno mismo para poder cuestionar y transformar la realidad social.
En el ámbito político, el concepto de ciudadanía crítica se ha utilizado para referirse a la capacidad de los ciudadanos para analizar de manera analítica la realidad social y política. Según Giroux (1997), la ciudadanía crítica implica una comprensión de los sistemas de poder y una capacidad para intervenir en ellos.[8] De este modo, ahondar en la consciencia y el conocimiento de uno mismo puede ser una herramienta importante para desarrollar una ciudadanía crítica. Si logramos comprender nuestra situación en el mundo y la función que desempeñamos en la sociedad, podemos actuar de manera más efectiva para transformar las estructuras de poder y construir una sociedad más justa.
Bajo esta premisa, la consciencia y el conocimiento de uno mismo pueden ser herramientas poderosas para comprender nuestra posición en el mundo y nuestro papel en la sociedad. Desde la psicología, la sociología y la política, se han abordado estos temas como elementos fundamentales para el desarrollo de la personalidad, la comprensión de la realidad social y la acción política. Es imprescindible promover el desarrollo de la consciencia y el autoconocimiento como una herramienta fundamental para comprender y transformar nuestra realidad actual.
[1] Bandura, A. (1977) <<Social learning theory>>. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
[2] McLuhan, M. (1964) <<Understanding media: The extensions of man>>. New York, NY: McGraw-Hill.
[3] Giroux, H. (1983) <<Theory and resistance in education: A pedagogy for the opposition>>. South Hadley, MA: Bergin & Garvey.
[4] Platón. (380 a.C.) <<Diálogos>>. Editores Mexicanos Unidos.
[5] Feuerstein, G. (1998) <<The Yoga tradition: Its history, literature, philosophy, and practice>>. Hohm Press.
[6] Neff, K. D., & Vonk, R. (2009) <<Self-compassion versus global self-esteem: Two different ways of relating to oneself>>. Journal of Personality, 77(1), 23-50.
[7] Berger, P. L., & Luckmann, T. (1966) <<The social construction of reality: A treatise in the sociology of knowledge>>. Anchor Books.
[8] Giroux, H. A. (1997) <<Pedagogy and the politics of hope: Theory, culture, and schooling: A critical reader>>. Westview Press.
Un pueblo sin estudios son ovejas conducidas. Un pueblo con educación son leones sueltos.
Lo bueno de la educación es que tendremos camareros inteligentes y educados.
Me gustaMe gusta