La baja calidad de la televisión en España y su impacto en la sociedad

La televisión en España ha sido objeto de críticas por su baja calidad en términos de contenido y programación. Este fenómeno no es exclusivo de España, sino que es común en otros países y culturas. Según Bourdieu (1996), la televisión es un medio de comunicación que tiene como objetivo principal la obtención de beneficios económicos y, por lo tanto, tiende a producir contenidos que generen altos niveles de audiencia y publicidad.[1]

En este sentido, se puede argumentar que los programas de entretenimiento que no reflejan la realidad y buscan adelantar determinadas políticas ideológicas son simplemente una estrategia para aumentar la audiencia y, por ende, los ingresos publicitarios. Esta estrategia se basa en la idea de que los espectadores prefieren contenidos que sean más entretenidos y emocionantes, aunque no sean necesariamente representativos de la realidad.

Además, la calidad de la televisión en España también se ve afectada por la concentración de medios en pocas empresas, lo que limita la diversidad de contenidos y opiniones. En este sentido, el trabajo de McChesney (2004) es relevante para entender cómo la concentración de los medios puede limitar la pluralidad y la calidad de la información que se ofrece a los espectadores.[2]

Por otro lado, también se puede argumentar que la baja calidad de la televisión en España refleja una falta de inversión en cultura y educación por parte de los gobiernos y los medios de comunicación. Autores como Bourdieu (1979) y Adorno y Horkheimer (1944) han señalado cómo la cultura de masas, como la televisión, puede perpetuar las desigualdades sociales y culturales al ofrecer contenidos que refuerzan los valores y estereotipos de la clase dominante.[3][4]

En una perspectiva diferente, está el fenómeno de la omnipotencia y falta de rendición de cuentas de algunos presentadores de televisión, que no es exclusivo de España, sino que se ha observado en diferentes países y culturas. En su estudio sobre el poder de los presentadores de televisión, Bourdieu (1998) argumenta que su posición privilegiada en la industria televisiva les confiere un gran capital simbólico, lo que les permite imponer su autoridad y controlar el discurso público. Además, Bourdieu señala que el éxito de los presentadores se debe en gran parte a su habilidad para adaptarse a los gustos y preferencias de la audiencia, lo que les da un mayor poder de influencia.[5]

Un ejemplo de este fenómeno en España es el caso del presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, quien ha sido criticado en varias ocasiones por su comportamiento arrogante y sus comentarios inapropiados. A pesar de esto, ha mantenido su posición privilegiada en la industria televisiva y ha seguido apareciendo en diferentes programas y canales. Esto podría explicarse por el hecho de que su popularidad entre la audiencia le ha permitido acumular un gran capital simbólico, lo que le ha dado un mayor poder de negociación con los directores de la cadena, aunque poco a poco pierde fuerza.

La falta de censura o sanción por parte de los directores de las cadenas de televisión también puede estar relacionada con la cultura del espectáculo y la competencia por la audiencia en la industria televisiva. Como argumenta Debord (1999), en la sociedad del espectáculo, el valor de las cosas se mide por su capacidad para producir una imagen atractiva y generar interés en la audiencia.[6] En este contexto, los presentadores de televisión se convierten en actores clave en la producción de la imagen pública de las cadenas, lo que les da un mayor margen de maniobra en sus acciones y comentarios.

En síntesis, pienso que la falta de rendición de cuentas y censura de algunos presentadores de televisión en España podría estar relacionada con la acumulación de capital simbólico, la cultura del espectáculo y la competencia por la audiencia en la industria televisiva. Sin embargo, esto no justifica la falta de responsabilidad y ética profesional en su comportamiento. Es necesario que los directores de las cadenas de televisión tomen medidas urgentes para garantizar el respeto a los valores y principios éticos en la producción de sus contenidos televisivos.

[1] Bourdieu, P. (1996). Sobre la televisión. Anagrama.

[2] McChesney, R. W. (2004). The problem of the media: U.S. communication politics in the twenty-first century. Monthly Review Press.

[3] Bourdieu, P. (1979). La distinción: Criterio y bases sociales del gusto. Taurus.

[4] Adorno, T. W., & Horkheimer, M. (1944). The culture industry: Enlightenment as mass deception. Dialectic of Enlightenment.

[5] Bourdieu, P. (1996). Sobre la televisión. Anagrama.

[6] Debord, G. (1999). La sociedad del espectáculo. Pre-Textos.

 

  1 comentario para “La baja calidad de la televisión en España y su impacto en la sociedad

  1. 20 marzo, 2023 en 2:22 pm

    LA CAJA TONTA COMO MUY ACERTADAMENTE LA LLAMABA PACO UMBRAL ES AUN PEOR QUE EN EL FRANQUISMO LA VERDAD QUE ESTAN PARA GANAR DINERO Y POR ESO SEGUIAN DE PRODUCTOS DONDE HAY MAS ESPECTACION O AUDIENCIA QUE SON EL FUTBOL LOS REALITI LOS PROGRAMAS COTILLA ETC ESO NOS DA A COMPRENDER EL NIVEL CULTURAL QUE HAY EN LA,SOCIEDAD ESPAÑOLA MENOS MAL A LOS PROGRAMAS CONCURSOS COMO PASA PALABRA EL CAZADOR Y SABER Y GANAR QUE AL MENOS TIENEN UNA AUDIENCIA REGULAR COMO LOS DOCUMENTALES DE LA 2 QUE MUCHAS VECES SON INTERESANTES Y GEACIAS A LOS PRIGRAMAS DE IKER JIMENEZ QUE TIENEN UNA ILUSTRACION INFORMATIVA CIENTIFICA NADA DESPRECIABLE

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