La sociedad que conoció la Generación X[1] ha muerto. Ya nada será igual. De hecho, no me cabe duda de que el fin del mundo ha llegado. Ahora bien, no del modo que afirman los apocalípticos. Simplemente, que el mundo, tal y como lo conocemos, será diferente, irreconocible. Reinará con fuerza un ambiente destructivo del espíritu, impulsado por estímulos externos similares a los que atraen la atención de los zombis en las teleseries.
En este sentido, hace mucho que descubrí que nadie tiene la verdad o la autoridad absoluta. Más bien, se trata de la evolución del saber. A medida que adquirimos conocimientos, comprendemos las ambigüedades del pasado, de modo que avanzamos confiando que al final llegaremos a algún tipo de acuerdo sobre cuál es la verdadera realidad. En la actualidad, vivimos inmersos en una sociedad en que, «se acepta la autoridad como verdad, en lugar de la verdad como autoridad».[2]
Estoy seguro de que tanto los Millennials, como los de la Generación Z no comprenden nada de lo que digo, creen tener todas las respuestas sin advertir que serán las generaciones que más sufran el nuevo orden ya instaurado.
Hay muchas cosas trascendentales que debemos conocer sobre el mundo en que vivimos, la naturaleza de la realidad, el sentido de la vida o las leyes fundamentales que rigen el universo. Muchas personas a lo largo de la historia han dedicado su vida a estudiar y contemplar estos temas, y aún quedan muchas preguntas sin respuesta. Algunas personas encuentran consuelo y sentido en la exploración de estos misterios, mientras que otras prefieren centrarse en preocupaciones más prácticas, tangibles y en ocasiones hasta frívolas. Sin embargo, como decía Jordan Maxwell: «Nada en este mundo es lo que parece. En consecuencia, nada en este mundo funciona como la gente cree». En España lo vemos a diario. En esta vía, hay muchos términos, símbolos y logotipos utilizados por gobiernos y empresas que debemos conocer. Y es que, algunos pueden encerrar significados u orígenes desconocidos. Asimismo, estos símbolos, códigos o significados ocultos pueden estar destinados a transmitir información a un determinado grupo de personas.
En esta línea, cuando los escritores, los poetas, ensayistas, pintores, escultores, directores de cine y otros artistas presentan una obra, una historia, nos están diciendo algo que de otro modo no podrían expresar sin ser penalizados. Son pinceladas de la verdad, teselas que conforman un gran mosaico.[3] “Ya no vivimos en un mundo de naciones e ideologías, señor… El mundo es un colegio de corporaciones, inexorablemente determinado por los inmutables estatutos de los negocios. El mundo es un negocio, Sr. Beale. Lo ha sido desde que el hombre salió arrastrándose del barro”.[4] No hay nada personal ni emocional en lo que está ocurriendo. Es un negocio y, como tal, alguien lo compró antes de que existiéramos y ahora es su dueño. Nacemos en un mundo que es un negocio y no somos conscientes de ello. La Tierra es un negocio y mucha gente es incapaz de entenderlo. Los humanos creemos que el mundo existe únicamente para nuestro beneficio. Creemos que cuando nacemos, lo hacemos como individuos libres y autosuficientes con derecho a ser, pensar y vivir como queramos, de acuerdo con la cultura en la que hemos nacido. Pero no es así, estamos obligados a conformarnos con una realidad establecida. El mundo entero está obligado. Alguien reclama la propiedad de este planeta y de toda la vida que hay en él. Y puesto que nosotros no somos más que una parte de las formas de vida en la Tierra, al parecer hay personas que han establecido todo para sí mismas. Han creado determinadas normas y reglamentos, así como leyes y estatutos que la humanidad entera debe acatar. En este sentido, vivimos en la oscuridad porque desconocemos lo que está pasando, mentiras, engaños y una increíble falta de comprensión en muchas dimensiones de nuestras vidas, como las instituciones financieras, el gobierno, la educación y los negocios entre otros.[5]
Es una historia increíble de traición a la raza humana perpetrada por personas que hace siglos establecieron su gobierno, su religión y su visión del mundo. Como resultado, la mayoría de los siete mil millones de habitantes de la Tierra, llegados en el último siglo más o menos, no tienen ni idea del mundo, es más, no saben quién hizo qué y de dónde proceden las ideas religiosas, filosóficas y políticas. No saben qué significa el dinero[6] como constructo social[7] y qué términos y frases se utilizan para acceder a recursos, influencia y poder de decisión. Todo estaba planeado antes de que llegáramos, y eso es lo que pretendo compartir pues tenemos la capacidad de pensar por nosotros mismos y tomar nuestras propias decisiones, aunque éstas no siempre coincidan con las expectativas de los demás.
He observado la mentira, la corrupción gubernamental, así como individuos que perpetran estos crímenes contra nosotros. Los ciudadanos no les preocupan. La historia siempre se repite. Como muchos de mi generación, recuerdo haber crecido viendo este mismo tipo de historias en la gran pantalla. En películas sobre el Imperio Romano, como La Caída del Imperio Romano, 1964, dirigida por Anthony Mann. “¿El fin de Roma? ¿Cómo muere un imperio? ¿Se derrumba en un momento terrible? No. ¡No! Pero llega un momento en que su pueblo ya no cree en él. Entonces, entonces un imperio comienza a morir”.[8]
Cuando repasamos la historia de la ciudad de Roma, recordamos que nunca supieron qué les golpeó. Los políticos eran asesinos depravados y vengativos. El clima político de la antigua Roma era conocido por su corrupción y sus luchas de poder. Y aunque algunos historiadores argumenten que esto era lo normal en la época y debe considerarse en su contexto ya que había muchas facciones e individuos diferentes compitiendo por el poder, a través de la historia, numerosos dirigentes imperiales se han considerado seres superiores al populacho y, en ocasiones, incluso dioses. Este pensamiento conduce a comportamientos y acciones nefastas para los demás, algo que ocurre hoy día.
A través de la historia, muchas sociedades han sostenido ciertas creencias e ideologías como verdades absolutas sin cuestionarlas, y quienes discrepaban de estas ideas a menudo eran y son objeto de persecución o violencia. Lo vemos a diarios en gran parte de los conflictos religiosos o políticos activos por todo el planeta, en los que individuos o grupos han estado dispuestos a cometer actos terribles en nombre de su sistema de creencias. Por todo el planeta, la población tiene la tendencia a aceptar ciegamente ideas e ideologías heredadas, en cuya creación no han tenido nada que ver. Algunos individuos y grupos pueden llegar a estar tan profundamente comprometidos con sus propias creencias e ideologías que consideran una amenaza a quienes mantienen perspectivas diferentes. Este tipo de comportamiento suele estar motivado por el miedo, la inseguridad y la creencia de que su propia identidad y forma de vida se ven amenazadas por la presencia de otras ideas y creencias.
Es importante que las personas asuman la responsabilidad de sus propios pensamientos y creencias, y que cuestionen y examinen críticamente las ideas e ideologías que heredan de sus familias, culturas y sociedades. Esto es especialmente importante en el complejo y diverso mundo actual, donde hay muchas perspectivas y formas de vida diferentes. Al cuestionar las ideas e ideologías heredadas, las personas pueden adquirir una comprensión más profunda de sí mismas y del mundo que las rodea, y también pueden fomentar la empatía, la tolerancia y el entendimiento mutuo.
En esta vía, estoy totalmente en contra del nacionalismo. No veo ninguna virtud en el nacionalismo. Es un accidente de nacimiento en qué país naciste. No es algo que hayas hecho por mérito propio. No te has ganado haber nacido por accidente en una determinada nación lo que significa que no es una razón justa para discriminar o tener en distinta consideración a personas diferentes.
He tenido la suerte de viajar y debería ser un tópico, sin embargo, no lo es, todos compartimos una humanidad común y nos enfrentamos a retos y aspiraciones similares, podemos ir a la zona más remota del mundo y descubrir las mismas esperanzas, los mismos miedos, los mismos sueños que tenemos en las ciudades industrializadas.
En este sentido, todos los seres humanos, independientemente de dónde vivan o de qué cultura procedan, tienen necesidades y deseos básicos similares. Existe una unidad e interconexión fundamental entre todas las personas, por lo que todos compartimos experiencias y emociones comunes que debemos intentar alcanzar con espíritu de cooperación, empatía y comprensión, porque cada individuo tiene una voz y un papel que desempeñar en la configuración del mundo en que vivimos, sea cual sea su capacidad. Puede que no sea del todo posible alcanzar esta utopía. Sin embargo, luchando continuamente por este ideal, podemos progresar y crear un mundo más equitativo y justo. Quizás, sea el único factor protector ante el nuevo orden que rige el mundo.
[1] Hecht, E.: (2022) <<What years are Gen X? What about baby boomers? When each generation was born>> https://eu.usatoday.com/story/news/2022/09/02/what-years-gen-x-millennials-baby-boomers-gen-z/10303085002/ USA TODAY. ”De acuerdo con Beresford Research, la Generación X está formada por todos los nacidos entre 1965 y 1980. La Generación X es la generación que sigue a los baby boomers. Según Britannica, los Gen X se describen como «ingeniosos, independientes y aficionados a mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal”.
[2] Massey, G.:(2020) <<Gerald Massey’s Lectures>> Global Grey Books. Pág 325
[3] Galascio Sánchez, M.A. (2020) <<Mosaïque: El Amanecer de una nueva era>> Primera Edición. Editorial Círculo Rojo.
[4]Extracto del discurso en donde Arthur Jensen presenta a Howard Beale el nuevo orden mundial del determinismo económico. (película, Network, 1976)
[5] Maxwell, J. [Jordan Maxwell Videos]. 22 ago 2018. Jordan Maxwell Hidden History. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=a_LsmUZhJRA
[6] El shekel mesopotámico -la primera forma de moneda conocida- surgió hace casi 5.000 años. Las primeras acuñaciones conocidas datan de los años 650 y 600 a.C. en Asia Menor, donde las élites de Lidia y Jonia utilizaban monedas de plata y oro estampadas para pagar a los ejércitos. El descubrimiento de hordas de monedas de plomo, cobre, plata y oro por todo el planeta sugiere que la acuñación de monedas -especialmente en Europa, Asia y el norte de África- fue reconocida como medio de dinero mercantil a principios del primer milenio d.C. La amplia circulación de monedas romanas, islámicas, indias y chinas apunta al comercio premoderno (1250 a.C.-1450 d.C.).
[7] Money is a social construct that facilitates trade and economic transactions by allowing people to exchange goods and services easier and efficiently. It’s also a mechanism of «social control» that influences the money supply or the financial system of the population
[8] Extracto del guión: <<La caída del Imperio Romano, 1964>> de Ben Barzman, Basilio Franchina y Philip Yordan.