La memoria selectiva y su relación con la emotividad de la información: ¿cómo influye en nuestra vida política y cotidiana

¿Por qué nuestra memoria selectiva nos permite retener ciertas experiencias significativas mientras descartamos otras informaciones de menor importancia? Cada día, nuestra mente es bombardeada por una gran cantidad de estímulos visuales y auditivos, incluyendo imágenes, caras y titulares de noticias, sin embargo, sólo una pequeña fracción de esta información se retiene en nuestra memoria. La investigación ha demostrado que la memoria humana opera de manera selectiva, diferenciando entre experiencias significativas y la información de menos importancia.[1]

Se han llevado a cabo numerosas investigaciones en el ámbito de la psicología para comprender el funcionamiento de la memoria humana, y se ha llegado a la conclusión de que la misma opera de forma selectiva. Esto implica que nuestro cerebro es capaz de distinguir entre experiencias que tienen un alto valor emocional o personal y la información que carece de importancia, y recordar de manera más eficiente aquellas que resultan más relevantes para nosotros. Según Tulving (1983), el recuerdo de la información depende del grado de procesamiento que se le da a la información en el momento de la codificación. Es decir, cuanto mayor sea el nivel de procesamiento de la información, mayor será la posibilidad de que esta sea recordada.[2]

En la política, la selección de la información puede ser utilizada como una herramienta de manipulación de las masas, ya que el control de la información es poder. En el ámbito sociológico se puede entender que la selección de la información que recordamos y olvidamos está influenciada por factores culturales y sociales, como el contexto en el que se presenta la información y las experiencias previas de cada individuo. Por ejemplo, la forma en que se presenta una noticia puede influir en la selección de la información que recordamos, y la cultura en la que vivimos puede influir en lo que consideramos significativo o de menos importancia.

Un factor que también puede ser crítico en este proceso es la emotividad de la información. En general, la información emocional se recuerda mejor que la información neutral o no emocional, un fenómeno conocido como efecto de la emotividad.[3][4]

Desde una perspectiva política, psicológica y sociológica, la emotividad de la información puede ser empleada para influir en la opinión pública. La publicidad y la propaganda política son dos ejemplos claros de cómo se utiliza la emotividad para influir en las opiniones y acciones de las personas. Los anuncios publicitarios utilizan técnicas emocionales para persuadir a los consumidores a comprar un producto. Por ejemplo, una empresa que vende productos de limpieza puede mostrar a una madre feliz y satisfecha mientras limpia su casa, creando la asociación emocional entre la felicidad y el uso de su producto. En cuanto a la propaganda política, se utilizan mensajes emotivos para persuadir a la gente de apoyar una causa o un candidato. Los líderes políticos a menudo utilizan la retórica emocional para ganar el apoyo de las personas en cuestiones como la inmigración, la seguridad nacional y la economía. Al explotar las emociones de las personas, los líderes políticos pueden influir en la opinión pública y, en última instancia, manipular las decisiones de la masa. Por lo tanto, es importante que la sociedad se mantenga informada y crítica ante la información emotiva que se presenta y que tenga en cuenta cómo se está utilizando para influir en sus decisiones.

Dado que somos sujetos a la propaganda tanto empresarial como política, es nuestra responsabilidad comprender el papel que desempeña la metacognición y la evaluación de nuestro rendimiento de memoria en el hecho de que recordamos mejor la información emocional que la neutral.

Desde un enfoque psicológico, la metacognición se refiere al conocimiento que tenemos sobre nuestros procesos cognitivos, incluyendo la memoria. Nuestras evaluaciones del rendimiento de la memoria pueden afectar nuestra capacidad para recordar información emocional versus neutral. Por ejemplo, si confiamos en nuestra capacidad para recordar información emocional, es más probable que prestemos atención y dediquemos más esfuerzo a procesar y recordar esa información. Además, las evaluaciones posteriores del rendimiento de la memoria pueden afectar la memoria a largo plazo de la información. En consecuencia, nuestras evaluaciones del rendimiento de la memoria pueden influir en la forma en que recordamos la información emocional y neutral, al influir en la atención, el esfuerzo y la profundidad del procesamiento de la información.

En un estudio de Donald MacKay y sus colegas (2004), se presentaron a los participantes una mezcla de palabras tabú y neutras, y se les pidió que recordaran tantas palabras como pudieran. Los resultados mostraron que los participantes recordaron un mayor número de palabras tabú, las cuales provocan una respuesta emocional. Esto se debe a que los estímulos con una valencia emocional son más salientes y, por lo tanto, más memorables que las palabras neutrales. [5]

La mayor memorabilidad de la información emocional se debe a la metacognición, que es la conciencia que tenemos de nuestros procesos de memoria, como la monitorización y el control. Algunas investigaciones han demostrado que la información emocional influye en nuestra capacidad de predicción sobre el rendimiento de memoria futura, conocido como monitoreo metacognitivo. Estos procesos son vitales para la memoria humana, y la información emocional es más memorable que la información neutral debido a su efecto de saliencia emocional.[6]

Los juicios de aprendizaje, basados en la evaluación de nuestro propio rendimiento de memoria, pueden afectar la metacognición y la memoria. Por ejemplo, las pistas como la fluidez de procesamiento perceptual[7] y el valor de las palabras pueden influir en los juicios de aprendizaje. Sin embargo, las ilusiones metacognitivas, ya sean positivas o negativas, pueden afectar la interacción entre la metacognición y la memoria.

Comprender estos procesos es crucial para mejorar la memoria y el aprendizaje en la educación y en la vida diaria. También es importante comprender cómo la información emocional puede ser utilizada para manipular a las masas desde perspectivas políticas, psicológicas y sociológicas. Un ejemplo de propaganda política que utiliza la información emocional para manipular a las masas podría ser una campaña electoral que intente crear una imagen negativa de un candidato o partido político utilizando mensajes cargados de emociones negativas como el miedo, la ira o la frustración. Por ejemplo, un anuncio de televisión que muestre imágenes de violencia y delincuencia mientras se culpa a un candidato o partido político específico por no haber tomado medidas efectivas para combatir el problema, con la intención de generar miedo y enfado en el espectador y asociar esas emociones con la imagen del candidato o partido político en cuestión. La idea es que las emociones negativas evocadas en el espectador afecten su juicio racional y lo lleven a tomar decisiones basadas en la emoción en lugar de la razón.

[1] Castel, A. D. et al. (2011) <<The development of memory efficiency and value-directed remembering across the life span: a cross-sectional study of memory and selectivity>>. Developmental Psychology, 47, 1553.

[2] Tulving, E. (1983) <<Elements of Episodic Memory>>. Oxford University Press, Oxford.

[3] Dolan, R. J. (2002) <<Emotion, cognition, and behavior>>. Science, 298, 1191–1194.

[4] Fung, H. H., & Carstensen, L. L. (2003) <<Sending memorable messages to the old: Age differences in preferences and memory for advertisements>>. Journal of Personality and Social Psychology, 85, 163–178.

[5]Mackay, D.G., Shafto, M., Taylor, J.K., Marian, D.E., Abrams, L and Dyer, J.R. (2004). Relations between emotion, memory, and attention: Evidence from taboo Stroop, lexical decision, and immediate memory tasks. Memory & Cognition, 32, 474-488.

[6] La saliencia emocional se refiere al grado de importancia o relevancia que una experiencia emocional tiene para una persona en un momento dado. En términos simples, una experiencia emocional es más saliente cuando es más significativa para nosotros, como cuando algo nos causa una gran alegría o tristeza.

[7] Se trata de la capacidad de procesar información visual de manera rápida y sin esfuerzo, lo que hace que la información sea más fácil de recordar y de procesar en el futuro.

  1 comentario para “La memoria selectiva y su relación con la emotividad de la información: ¿cómo influye en nuestra vida política y cotidiana

  1. Manuel
    12 mayo, 2023 en 10:51 am

    Todavía es un misterio todo lo relacionado con el cerebro

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