¿Conseguirá España consolidarse como potencia tecnológica?

Es razonable afirmar que la situación macroeconómica y política de España está atravesando una importante agitación. En esta vía, la incertidumbre económica aumentará a medida que se acerquen las elecciones municipales y autonómicas del próximo año.

A su vez, el gobierno todavía tiene que seguir un programa de reformas para  continuar recibiendo fondos del NGEU (NextGenerationEU)[1] y, muy probablemente, el apoyo del BCE en los mercados de deuda. Las medidas puestas en marcha para mitigar el impacto de la subida de los precios de los combustibles y la electricidad podrían tener que mantenerse en el tiempo, ya que se prevé que el coste de la gasolina y el gas siga siendo elevado al menos durante el próximo año si se tiene en cuenta la guerra entre Ucrania y Rusia. Esto ralentizará el ritmo de reducción del déficit.

Ante esta situación, es fundamental centrar la ayuda en los grupos más vulnerables, dejar claro que la ayuda será temporal y respetar el mecanismo de precios para facilitar la transición a un modelo de producción más sostenible. En este sentido, son bien recibidos los aumentos del Ingreso Mínimo Vital[2], las pensiones no contributivas y el subsidio de 200 euros para las personas que viven en hogares que ganan menos de 14.000 euros. Más discutible es la eficacia y progresividad de los subsidios indiscriminados a los combustibles, la reducción de los impuestos sobre la producción, el consumo de electricidad y el control de los alquileres.[3] Este trastorno ha puesto en duda la capacidad del Estado para llevar a cabo sus planes de I+D energético y tecnológico. Según Víctor Calvo-Sotelo en una entrevista realizada en febrero: «el 2022 será un año apasionante en el que veremos muchas inversiones, innovaciones y, sobre todo, mucha colaboración entre el sector TIC y el resto de sectores económicos y, por supuesto, entre las TIC y las administraciones públicas», y habrá fondos suficientes para ello.[4] Debo decir que en algunos sectores todavía estamos esperando esos fondos.

El equilibrio macroeconómico y las políticas económicas y sociales del gobierno determinan la introducción de nuevas tecnologías. En muchos sentidos, España cuenta con una sólida base de capital humano, que se traduce en una fuerza laboral cualificada capaz de absorber fácilmente las nuevas tecnologías, aunque dadas las circunstancias un importante número de trabajadores elija buscar un futuro mejor en otro lugar. En cambio, la economía española depende en gran medida de los combustibles fósiles, que siguen desempeñando un papel importante en la elevada dependencia energética del país, importando más del 72% del petróleo y el 47% del gas natural. Al mismo tiempo, a pesar de que España ocupa el tercer lugar en Europa en cuanto a recursos minerales[5]:

  • Litio: Baterías para móviles, baterías para coches eléctricos.
  • Niobio: Imanes y resonancias magnéticas.
  • Tántalo: Móviles, satélites, televisiones, videoconsolas.
  • Tierras raras: Cámaras, móviles, instrumentos ópticos.
  • Cobalto: Motores aviones, móviles.
  • Vanadio: imanes superconductores.

su política actual le impide explotar recursos naturales capaces de convertirle en una potencia tecnológica. Así, el sistema político español evidencia su ineficacia, viéndose forzando a tomar las decisiones económicas más acertadas para poder sobrevivir. Sin embargo, en el actual sistema, la influencia que ejercen partidos políticos con una visión limitada del Estado en las decisiones económicas es con frecuencia desastrosa. Esto ha provocado una acumulación masiva de deuda que ha resultado en una economía deficitaria.

Las constantes intervenciones del gobierno en los modelos productivos del país (bancos y empresas energéticas) indican que la situación empeorará en lugar de mejorar. Para disponer de medios tecnológicos, es necesario aplicar políticas diametralmente opuestas a las actuales, como el establecimiento de un sistema macroeconómico estable, la inversión en los ciudadanos y la explotación responsable de los recursos naturales. Todo ello es necesario para que los recursos humanos mejor cualificados de España sean utilizados de forma óptima en el crecimiento tecnológico del país.

Aunque no existe una única hoja de ruta que muestre cómo será el futuro de un mundo energético cada vez más digitalizado, la AIE[6] ha recomendado diez políticas que los gobiernos deberían aplicar y que no tendrán marcha atrás:

  • Crear experiencia digital dentro de su plantilla
  • Garantizar un acceso adecuado a datos oportunos, sólidos y verificables.
  • Introducir flexibilidad en las políticas para dar cabida a nuevas tecnologías y desarrollos.
  • Experimentar, incluso mediante proyectos piloto de «aprendizaje a través de la práctica».
  • Participar en debates interinstitucionales más amplios sobre la digitalización.
  • Centrarse en los beneficios generales del sistema.
  • Supervisar el impacto energético de la digitalización en la demanda global de energía.
  • Incorporar la resiliencia digital mediante el diseño en la investigación, el desarrollo y la fabricación de productos.
  • Proporcionar unas condiciones equitativas que permitan a diversas empresas competir y servir mejor a los consumidores.
  • Aprender de los demás, incluyendo tanto los estudios de casos positivos como las historias más cautelosas.

Incluso si los cargos con responsabilidad pública formulan una variedad de políticas energéticas, deben permitir la suficiente flexibilidad para responder a las nuevas tecnologías digitales y de comunicación, que evolucionan rápidamente y a menudo son imprevisibles. Es imposible predecir con certeza cómo interactuarán las tecnologías digitales específicas con aplicaciones concretas del sistema energético, especialmente en los complejos escenarios del mundo real que implican múltiples objetivos políticos y reacciones imprevisibles.[7]

El crecimiento exponencial de las energías renovables intermitentes[8], en particular, hará necesario utilizar tecnología para proporcionar redes eléctricas seguras, fiables y bien equilibradas. Sin embargo, para lograr un futuro de energía neta cero, hay que superar numerosos obstáculos. Otros países han ideado métodos innovadores para cumplir sus objetivos de energía renovable y asegurar su propio futuro de energía neta cero. Sin duda, se producirán contratiempos a corto plazo, pero las renovables están bien posicionadas para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos futuros.[9]

En este contexto, es probable que el sector eléctrico sea fundamental para lograr la neutralidad climática[10]en 2050 y, posteriormente, convertirse en carbono negativo para compensar las emisiones de sectores difíciles de mitigar. Para lograr la neutralidad climática en 2050 (y proporcionar emisiones negativas después de 2050), parece claro que ciertos países e industrias dependerán de las CDR[11]para la compensación de emisiones. Estas plantas CDR (Carbone Dioxide Recovery) ayudarían a los países a soportar costes adicionales e incurrir en impactos ambientales negativos, como la necesidad de suelo para los contactores de aire y las tecnologías energéticas que los alimentan.[12]

Un precio del carbono determinado por el mercado crearía incentivos para las fuentes de energía más limpias que los actuales combustibles fósiles disponibles, sin discriminar entre las distintas tecnologías. Para el análisis, se aplica un modelo de sistema eléctrico (RAPID) que capta la interacción entre las tecnologías CDR (eliminación de dióxido de carbono) y el sector eléctrico para determinar los costes mínimos en este sector.[13]

Es necesario tener en cuenta la seguridad, la privacidad, los trastornos económicos entre otras cosas. El uso de datos de diferentes jurisdicciones será un problema, por lo que se utilizará la tecnología para resolverlo. En general, los avances tecnológicos aumentarán la accesibilidad y la facilidad de uso.[14]

Dadas las desigualdades causadas por la actual tecnología digital, no todos se beneficiarán. Las tecnologías usables (portátiles), los implantes tecnológicos, la medicina basada en la inteligencia artificial, los trabajadores y asistentes autónomos y un sinnúmero de tecnologías emergentes permitirán a los humanos superar los límites de lo posible y lo deseado. Según el cofundador de un proyecto de derechos civiles de TI, Internet será tan omnipresente como la electricidad. Para superar las desigualdades provocadas por las actuales tecnologías de Internet, todo indica que surgirá otro tipo de tecnología de red, posiblemente verdaderamente descentralizada, pero claramente diferenciada de las empresas de telecomunicaciones.[15]

Mientras estas tendencias continúen, la tecnología que sustenta Internet quedará relegada a un papel secundario a la hora de garantizar a los habitantes del mundo el acceso a las necesidades básicas. La industria tecnológica española ha realizado importantes avances en las últimas décadas, logrando numerosos progresos en sectores que abarcan un amplio espectro de técnicas, habilidades, métodos y procesos utilizados en la producción de bienes o servicios. España también se ha volcado en las energías renovables y lleva años recogiendo los frutos[16], a pesar del hecho de que ciertos países que no invierten, se benefician del I+D español.

La gran pregunta es si España puede mantener sus avances en I+D ante la actual crisis fiscal y la recesión económica del país. La tecnología puede provocar cambios vertiginosos, por lo que hay que abordar varios aspectos de la lucha por la soberanía digital.

La batalla por la soberanía digital lleva ya varios años, y es previsible que continúe durante muchos más. Está claro que, si los europeos quieren beneficiarse económicamente de las nuevas tecnologías digitales, garantizar una política informada y controlar quién tiene acceso a sus datos más sensibles, deben defender su soberanía digital, así como competir con otros actores geopolíticos en la esfera digital.[17][18]

Será necesario coordinar los esfuerzos de todos los sectores, así como la utilización de innovaciones tecnológicas. Un cometido de la Secretaría de Ciencia e Innovación del Gobierno de España consiste en mejorar la coordinación entre las ciencias básicas y la industria para potenciar la transferencia tecnológica, que beneficia tanto a la economía como a la sociedad. Los gobiernos deben esforzarse por garantizar la neutralidad tecnológica de las políticas y plataformas energéticas digitales (por ejemplo, el papel de los contadores de energía inteligente u otros sistemas de gestión de la energía), para permitir que las distintas empresas puedan competir en la búsqueda de nuevos modelos de negocio y ofrecer un mejor servicio a los consumidores.[19]

Un profesor de informática y experto en sistemas de una gran universidad tecnológica estadounidense, escribió que: «Por un lado, los avances tecnológicos se traducirán en cambios sociales positivos, siempre y cuando los responsables políticos que supervisen el conocimiento sean benignos y progresistas. Una relación basada en la confianza establecería las bases de un nuevo modelo de intercambio equitativo de datos y tecnologías que beneficiaría a toda la sociedad». No obstante, prácticamente todas las publicaciones indican que el conflicto continuará; es más, las relaciones entre Estados Unidos y China, especialmente en materia tecnológica, se deteriorarán aún más.[20]

Haciendo una retrospectiva, observamos que la tecnología, la colaboración y la infraestructura de la industria de las telecomunicaciones han sido nuestros aliados más poderosos para derrotar a Covid-19, en conjunto con la innovación y la unidad.[21] En este sentido, los resultados reflejan que esta es una fórmula que debemos seguir si queremos que España se consolide como un potencia tecnológica.

[1] Los fondos NextGenerationEU se destinan a inversiones en proyectos relacionados con la sostenibilidad, la digitalización, la cohesión y la igualdad. En realidad, es más que un plan de recuperación: es una oportunidad única de salir reforzados de la pandemia, transformar nuestras economías y sociedades, y diseñar una Europa que funcione para todos.

[2] El Ingreso Mínimo Vital es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. Se configura como derecho subjetivo a una prestación económica, que forma parte de la acción protectora de la Seguridad Social, y garantiza un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica.  Persigue garantizar una mejora real de oportunidades de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias.

[3] BBVA Research (2022) <<Situación España. Tercer trimestre 2022>> Publicada el jueves, 14 julio 2022 Actualizada el jueves, 21 julio 2022. https://www.bbvaresearch.com/publicaciones/situacion-espana-tercer-trimestre-2022/

[4] Álvarez Macías, M.: (2022) <<Hacia una España digital en 2022; grandes retos y oportunidades>> Computerworld. https://www.computerworld.es/tendencias/hacia-una-espana-digital-en-2022-grandes-retos-y-oportunidades

[5] González, J.A.: (2022) <<En el subsuelo español hay ingredientes para el futuro tecnológico>> ABC Antropía. https://www.abc.es/antropia/abci-espana-litio-tierras-raras-futuro-verde-20220419161219_noticia.html

[6] La Agencia Internacional de la Energía o AIE (en inglés: International Energy Agency o IEA, y en francés: Agence Internationale de l’Energie) es una organización internacional, creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tras la crisis del petróleo de 1973, que busca coordinar las políticas energéticas de sus Estados miembros, con la finalidad de asegurar energía confiable, adquirible y limpia a sus respectivos habitantes.

[7] IEA (2017) <<Digitalisation and Energy>>, IEA, Paris https://www.iea.org/reports/digitalisation-and-energy   

[8] La intermitencia siempre ha sido un obstáculo para el crecimiento de las energías renovables, pero el desarrollo de baterías de alta capacidad capaces de almacenar grandes cantidades de energía ha cambiado esta situación. La capacidad de almacenar el exceso de energía producida por las energías renovables durante los ciclos máximos permite a las redes eléctricas recurrir a esas reservas cuando los ciclos bajan, anulando la intermitencia de las renovables. Según estudios recientes, el uso de baterías a gran escala en Estados Unidos podría ayudar a reducir los costes de la infraestructura de las energías renovables y, al mismo tiempo, a satisfacer más del 80% de la demanda de energía del país mediante energías sostenibles.

[9]Warren, B. et al.: (2020) <<If green energy is the future, how can technology lead the way?>> https://www.ey.com/en_us/power-utilities/if-green-energy-is-the-future-how-can-technology-lead-the-way

[10] La neutralidad climática se refiere a la idea de que las emisiones netas de gases de efecto invernadero se equilibren y sean iguales (o menores) a las que se eliminan a través de la absorción natural del planeta. Es decir, significa que reduzcamos nuestras emisiones a través de la acción climática.

[11] La eliminación de carbono, también conocida como eliminación de dióxido de carbono (RDC) o reducción de carbono, es el proceso de capturar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y encerrarlo durante décadas o siglos en las plantas, los suelos, los océanos, las rocas, los acuíferos salinos, los pozos de petróleo agotados o los productos de larga duración, como el cemento. Los científicos han propuesto muchos métodos diferentes de eliminación de carbono.

[12] Galán-Martín, Á., Vázquez, D., Cobo, S. et al. (2021) <<Delaying carbon dioxide removal in the European Union puts climate targets at risk>>. Nat Commun 12, 6490 https://doi.org/10.1038/s41467-021-26680- https://www.nature.com/articles/s41467-021-26680-3#citeas

[13]Íbidem

[14] IEA (2017)<<Digitalisation and Energy>>, IEA, Paris https://www.iea.org/reports/digitalisation-and-energy

[15] Stansberry, k.; Anderson, J.; Raine, L.:  <<Leading concerns about the future of digital life>> In Pew Research Center, (October, 2019) Experts Optimistic About the Next 50 Years of Digital Life. https://www.pewresearch.org/internet/2019/10/28/5-leading-concerns-about-the-future-of-digital-life/

[16]ICEX <<Spain: Innovations and International Successes>> http://icex.technologyreview.com/articles/2012/07/spain-innovations-and-international-successes/

[17]Íbidem

[18] Council on Foreign Relations (2020) Council on Foreign Relations <<Europe’s digital sovereignty: From rulemaker to superpower in the age of US-China rivalry>> Carla Hobbs (ed). Essay Collection https://ecfr.eu/publication/europe_digital_sovereignty_rulemaker_superpower_age_us_china_rivalry/

[19] Warren, B. et al.: (2020) <<If green energy is the future, how can technology lead the way?>>  https://www.ey.com/en_us/power-utilities/if-green-energy-is-the-future-how-can-technology-lead-the-way

[20] Council on Foreign Relations (2020) Council on Foreign Relations <<Europe’s digital sovereignty: From rulemaker to superpower in the age of US-China rivalry>> Carla Hobbs (ed). Essay Collection https://ecfr.eu/publication/europe_digital_sovereignty_rulemaker_superpower_age_us_china_rivalry/

[21]Íbidem

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