El Brexit y el futuro de Europa

Escenario socioeconómico y político

La UE ha ofrecido una continuación del status quo de Reino Unido después del Brexit hasta finales de 2020.[1] Durante este período Inglaterra seguiría sometido a todas las obligaciones de un miembro de la UE; tendría que seguir pagando las contribuciones, garantizar la libertad de movimiento y seguiría siendo un miembro del mercado único. Sin embargo, perdería sus derechos de voto en la UE, lo que significa que su estado sería similar al de Noruega.[2]

Después de la decisión británica de abandonar la UE, ninguno de los ex socios tiene interés en una separación que disminuya tanto su influencia como el equilibrio del poder económico europeo frente a otros bloques económicos de alcance global. No debemos olvidar que Inglaterra tiene una gran influencia geopolítica en Europa y en el ámbito mundial.[3] Por este motivo, existen áreas estratégicas que se deberán proteger en la búsqueda de ese equilibrio como por ejemplo tener un consenso en cuanto a la capacidad de control de ambos ex socios sobre la movilidad laboral. En esta línea, la banca global desea seguir teniendo la capacidad para transferir trabajadores entre Reino Unido y los estados miembros después del Brexit. En el futuro se utilizará el término “intra-company transfers” al referirse a  trabajadores transferidos dentro de la misma compañía entre Reino Unido y la Unión Europea.[4]

Al no participar en las decisiones supranacionales de la UE se deberá considerar otro marco o estructura de colaboración, sobre todo en áreas como los bienes, servicios, movilidad de capitales y movilidad laboral temporal. Uno de los desafíos del Sistema de inmigración británico será registrar unos tres millones de ciudadanos europeos que viven, trabajan y estudian en Inglaterra. [5] Por otro lado, se debe trazar un plan para salvaguardar la homogeneidad de un mercado profundamente integrado.[6]­ˉ[7]

No debemos olvidar que a pesar de su salida, el Reino Unido tendría un decir en algunas políticas de la UE, por lo que seguiría siendo una máxima autoridad formal con la Unión. Esta situación política se traduce en una Europa con un círculo interno en el que inevitablemente los británicos participarán. Desde esta perspectiva el Brexit no impedirá una estrecha relación de cooperación entre el Reino Unido y la UE.[8] Existen muchas amenazas comunes como la inmigración ilegal, la lucha antiterrorista y Rusia. En el último punto, el compromiso con la seguridad y defensa de los británicos es incuestionable pues desde un punto de vista estratégico es también su continente.[9] Además, de tener una industria potente en ese ámbito, con empresas como British Aerospace, presencia importante en Airbus y otros proyectos paneuropeos, los lazos a nivel industrial con la UE sobre estos proyectos no son fáciles de disolver sino que deberán reforzarse en cierta medida. Claro, sólo si los líderes europeos son capaces de ver más allá de las heridas abiertas por el Brexit.

Escenario Agrícola

En el tema agrícola preocupa muchísimo lo que sucederá entre la Política Agrícola Común y el Brexit como revela un estudio reciente sobre las implicaciones del Brexit en el sector agroalimentario y la PAC: Asuntos Institucionales, presupuestarios y de comercio.[10]

En primer lugar, repasemos qué es la PAC de la Unión Europea. Algunos pueden argumentar que en ciertos aspectos se trata de una política a todas luces disfuncional e insuficiente para alcanzar los objetivos marcados o que los logra a un coste exorbitante para los estados miembros. No obstante, esta área es una piedra angular de la UE representando el 40% de su presupuesto y los agricultores dependen de la misma para su supervivencia.[11]ˉ[12]

Cuando el Tratado de Roma estableció el Mercado Común Europeo en 1958, la intervención del estado fue una característica importante de la agricultura en los seis Estados miembros fundadores. Si el principio de libre circulación de mercancías se aplicaría a los productos agrícolas, las políticas de apoyo nacionales que eran incompatibles con el mercado común tuvieron que ser transferidas a nivel europeo.

También se creía que la agricultura como un sector tenía características muy distintivas. La producción se ve afectada considerablemente por el clima y esto lleva a la sobreproducción o escasez.[13] Los precios pueden ser muy volátiles, especialmente para productos básicos comercializados a nivel mundial. Por esta razón los objetivos fundamentales de esta política no han variado desde el Tratado de Roma.

Se trata de cinco puntos esenciales consisten en aumentar la productividad agrícola promoviendo el progreso técnico y garantizando la utilización óptima de los factores de producción, en particular del trabajo; asegurar un nivel de vida equitativo para los agricultores; estabilizar los mercados; asegurar la disponibilidad de suministros y garantizar precios razonables para los consumidores.[14]

Desafortunadamente, algunos de estos objetivos son contradictorios. Por ejemplo, la protección de ingresos de los agricultores erigiendo barreras arancelarias elevadas contra productos importados desde el exterior de la EU incrementa los precios para los consumidores. También el avance de la productividad agrícola depende no tanto de acciones de la UE sino también de los avances tecnológicos y mejoras en la base de conocimientos de los agricultores.

La manera en que se ha implementado la política pública ha cambiado con el tiempo. En un principio, los agricultores fueron apoyados por un sistema de compra de intervención. Esto significa que se fijaba un precio base para un producto en particular y los agricultores podían vender cualquier excedente en una tienda de intervención donde se podría mantener hasta que se vendieran al precio previsto siempre que cumpliera con las normas básicas de calidad.

Esto alentó a los agricultores a producir más de lo que hubieran hecho de no mediar esa circunstancia, particularmente los productos para los que no había una creciente demanda. Las existencias en tiendas de intervención denominadas como “montañas de mantequilla” o “lagos de vino” entonces se acumularon.[15]

La UE enfrentó el problema de la eliminación de estas reservas. Una manera de hacerlo era proporcionar subsidios a los exportadores para vender los excedentes en países fuera de la UE. Sin embargo, esto provocó guerras comerciales con países como Estados Unidos, que también comenzó a subvencionar a sus exportaciones.[16] También socavó a los productores en los países en desarrollo que no pudieron competir con las reservas, como por ejemplo, la leche desnatada en polvo abaratada en sus mercados internos. Las subvenciones a la exportación ahora se están eliminando, pero la UE conserva barreras arancelarias elevadas contra las importaciones, especialmente en sectores como el cárnico y productos lácteos.

El apoyo a los agricultores ahora se encuentra en la “Columna 1” que cubre las subvenciones generales a través de un pago básico. [17]  Aunque los Estados miembros y sus regiones tienen alguna discreción en cómo se calcula este pago, se basa fundamentalmente en el tamaño de la granja y los pagos que ha recibido en el pasado. En algunos aspectos la PAC podría considerarse una política pública de bienestar para ayudar a pequeños agricultores en áreas remotas con pagos más elevados para las granjas en áreas de gran desventaja. Tales granjas también pueden beneficiarse de los pagos de la “Columna 2”, que son subsidios con fines específicos como esquemas agroambientales y de desarrollo rural. En el Reino Unido, los pagos de la “Columna 1”superan los pagos de la “Columna 2” en una proporción de aproximadamente 3:1.

La mayoría de los subsidios pagados por lo tanto, no están dirigidos a objetivos de política particular. Los ecologistas vienen argumentando que la PAC ha fomentado formas más intensivas de la agricultura en la UE con una mayor dependencia de fertilizantes y agroquímicos. Por lo que consideran que los suelos pueden dañarse y podría ocurrir una contaminación seria del agua.[18]

Los subsidios pagados bajo la PAC también han tenido el efecto de provocar aumentos especulativos de los precios del suelo, lo que dificulta la entrada de nuevos participantes en la industria a menos que sea a través de herencia. Por otro lado, la fuerza laboral está envejeciendo y esto no ayuda a la innovación.

Posibles consecuencias del Brexit

El Brexit puede generar un entorno de incertidumbre para los agricultores de Reino Unido. La agricultura es poco probable que sea una prioridad en las negociaciones posteriores a la salida de Reino Unido de la UE. Los subsidios de la “Columna 1” a los agricultores serían vulnerables ya que Hacienda británica siempre se ha opuesto a ellos y sería probable que aprovechara la oportunidad para eliminarlos gradualmente.

La principal queja de los agricultores (y no sólo en Reino Unido) sobre la política agrícola común (PAC) se refiere a los costes de transacción correspondientes en rellenar formularios que ven como la naturaleza excesivamente onerosa de algunos reglamentos. Sin embargo, los agricultores no deben esperar excesivo controles después de Brexit. En términos políticos, hay apoyo interno considerable de medio ambiente, conservación, bienestar animal, salud pública y grupos de consumidores para una regulación adecuada de la agricultura.

Los agricultores de Reino Unido se benefician hasta cierto punto de la cobertura política proporcionada por los agricultores en otros Estados miembros donde la agricultura es un porcentaje más alto del PIB o hay un fuerte apego cultural a la siembra como actividad.

Escenario futuro

Hasta ahora, la ideología ha sido la fuerza impulsora detrás de Brexit. Sin embargo, los factores económicos también influirán en la estrategia de negociación británica.

Los investigadores han calculado que el Brexit ya ha costado a Reino Unido alrededor del uno por ciento en el crecimiento económico en el año 2017. Al mismo tiempo, la inflación ha subido un tres por ciento, debido principalmente a la caída en el valor de la libra. Los salarios congelados significan que las condiciones de vida se están deteriorando para los empleados, y como muchos hogares británicos están fuertemente endeudados, existe el peligro de una ola de quiebras. Según algunos estudios, el Reino Unido ya está perdiendo más dinero como resultado del Brexit que lo que paga como contribuciones de EU. Se calcula la pérdida de aproximadamente 300 millones de libras (€ 338 millones, $412 millones) a la semana.[19]ˉ[20]

En términos generales considero que las riendas de Europa y por tanto el diseño y ejecución de su política pública no debe estar en manos de unos cuantos burócratas en Bruselas. Existe la necesidad urgente de un poder centralizado, sin embargo los mecanismos actuales han probado ser ineficaces. En esta vía, parece ser que los plazos para el establecimiento de un nuevo orden exige una gran transformación ya que después de que EEUU perdiera su posición como líder económico y militar, no podrá sostener su hegemonía sobre Europa que se sustenta en una alianza tácita con Inglaterra una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.

Al no existir una fuerza aglutinadora capaz de atender las preocupaciones, inquietudes y expectativas de los europeos se crea una sensación generalizada de abandono en los ciudadanos por parte de las estructuras del Estado. Si los europeos reivindican hablar sobre temas tales como la inmigración hacia Europa y son clasificados como racistas o fascistas, sometiéndolos al régimen de lo políticamente correcto, es comprensible que graviten hacia canales de expresión (partidos) que articulen todas sus inquietudes o miedos. Sin embargo, el objetivo de estas nuevas organizaciones es desestabilizar la Unión Europea para imponer su percepción particular de la realidad. Sin embargo, los líderes europeos actuales arropados por la arrogancia y sin tener idea de las necesidades de la población se limitan a quejarse de los populismos cuando ha sido precisamente su burda simpleza la que ha creado estos movimientos. Una retórica babosa sobre la que resbalan arrastrando consigo al resto de Europa.

Finalmente, lo más preocupante es que el futuro de Europa dependerá de la capacidad de estos líderes para alcanzar un acuerdo adecuado con Inglaterra, entusiasmar al resto de estados miembros, atender y articular las preocupaciones e inquietudes de sus ciudadanos de una manera sincera.

Bibliografía
[1] Kirby, W.: (2017) “Britain to be on brink of Brexit by this time next year with trade phase SIGNED OFF”. https://www.express.co.uk/news/politics/895363/brexit-news-eu-uk-progress-christmas-2018-brexit-timeline-what-next
[2] https://www.regjeringen.no/en/dokumenter/work_programme_2017/id2536921/#intro
[3] Rothwell, J.: (2017) “Brexit Britain ‘wields most influence in Europe and is second only to US worldwide” http://www.telegraph.co.uk/news/2017/09/12/brexit-britain-wields-influence-europe-second-us-worldwide/
[4] Stewart, H.: (2017) “David Davis seeks to reassure City on transfer of workers after Brexit” https://www.theguardian.com/business/2017/nov/14/david-davis-seeks-reassure-city-transfer-workers-after-brexit
[5] Bevington, M.: (2018) “What will Brexit mean for the government’s immigration agencies?” http://ukandeu.ac.uk/what-will-brexit-mean-for-the-governments-immigration-agencies/
[6] http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/BRIE/2017/602053/IPOL_BRI(2017)602053_EN.pdf
[7] http://aei.pitt.edu/33500/1/20110912122150_EipascopeSpecialIssue_Art8.pdf
[8] Demertzis, M. & Sapir, A.: (2017) “Brexit, phase two (and beyond): The future of the EU-UK relationship”. http://bruegel.org/2017/12/brexit-phase-two-and-beyond-the-future-of-the-eu-uk-relationship/
[9] https://www.rand.org/randeurope/research/projects/defence-and-security-after-brexit.html
[10] http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2017/602007/IPOL_STU(2017)602007_EN.pdf
[11] https://www.robert-schuman.eu/en/european-issues/0453-european-financial-outlook-2021-2027-which-budget-for-which-europe
[12] http://worldproducenetwork.com/agriculture-cornerstone-of-european-economic-reforms/
[13] https://www.eea.europa.eu/signals/signals-2015/articles/agriculture-and-climate-change
[14] http://ec.europa.eu/agriculture/50-years-of-cap/files/history/history_book_lr_en.pdf
[15] Fagge, N.: (2009) “EU’s ‘butter mountain’ costs taxpayers £236m”. https://www.express.co.uk/news/uk/81314/EU-s-butter-mountain-costs-taxpayers-236m
[16] Castle, S.: (2009) “Europe to Buy 30,000 Tons of Surplus Butter”. http://www.nytimes.com/2009/01/23/business/worldbusiness/23butter.html
[17] https://ec.europa.eu/agriculture/sites/agriculture/files/policy-perspectives/policy-briefs/05_en.pdf
[18] https://www.aardeboerconsument.nl/wp/wp-content/uploads/2008/11/10-07-29-Proposal-for-a-New-EU-Agr-and-Food-Policy-AT-J%E2%80%A6.pdf
[19]  Born B.; Müller G. &  Schularick, P.: ( 2017) “£300 million a week: The output cost of the Brexit vote”. http://voxeu.org/article/300-million-week-output-cost-brexit-vote
[20] Born, B.; Mueller G.; Schularick P & Sedlacek, P.: (2017) “The Economic Consequences of the Brexit Vote”, CEPR Discussion Paper No. 12454.

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