El surgimiento del gobierno algorítmico marca un hito en la evolución de la administración pública, donde las decisiones gubernamentales son cada vez más influenciadas por algoritmos. Este fenómeno revela la interrelación entre la tecnología y la política, transformando la forma en que las instituciones gubernamentales toman decisiones cruciales. En su esencia, el gobierno algorítmico se refiere a la aplicación de algoritmos y técnicas computacionales en la formulación de políticas y la toma de decisiones gubernamentales, prometiendo eficiencia y objetividad. Sin embargo, este cambio paradigmático plantea preguntas críticas sobre su impacto en la sociedad, en áreas que abarcan desde la política pública hasta la psicología de la población.
En el contexto de la política pública, el gobierno algorítmico ha sido aclamado como una herramienta para mejorar la eficiencia y la efectividad de las políticas gubernamentales. Autores como Margetts y Dunleavy (2013) destacan cómo los algoritmos pueden optimizar la asignación de recursos, mejorar la toma de decisiones y aumentar la transparencia.[1] Sin embargo, la implantación de algoritmos también plantea desafíos, como la opacidad algorítmica y la posible reproducción de sesgos preexistentes.[2] Ejemplos concretos, como el sistema de puntuación social en China[3], ilustran la delicada relación entre el gobierno algorítmico y la protección de los derechos individuales.
Tecnología y Empleo
En el ámbito laboral, el avance del gobierno algorítmico tiene implicaciones profundas para la fuerza laboral. Autores como Brynjolfsson y McAfee (2014) han señalado la automatización de tareas gubernamentales, lo que plantea preguntas cruciales sobre la reconfiguración de empleos y la necesidad de una adaptación laboral.[4] Ejemplos en países europeos, como el uso de algoritmos en la gestión de recursos humanos en el Reino Unido[5], subrayan la urgencia de abordar las repercusiones laborales del gobierno algorítmico.
Impacto sociológico y psicológico
Desde una óptica sociopsicológica, el gobierno algorítmico ejerce una influencia significativa en la percepción y el comportamiento de la población. Autores como Van Dijck (2014) exploran cómo las plataformas algorítmicas moldean la opinión pública y contribuyen a la formación de la identidad social.[6] La segmentación algorítmica de la información, como se evidencia en las redes sociales, puede tener consecuencias psicológicas y sociológicas, alimentando burbujas informativas y polarización.[7] Ejemplos en la implantación de algoritmos en la difusión de noticias en Europa resaltan la necesidad de examinar críticamente el impacto sociocultural de estas prácticas.[8]
En última instancia, el gobierno algorítmico representa una convergencia fascinante entre la tecnología y la gobernanza. Mientras ofrece promesas de eficiencia y objetividad, su aplicación exige una evaluación crítica desde diversas perspectivas, incluyendo la política pública, tecnológica, laboral, sociológica y psicológica. La comprensión de las complejidades implicadas en el gobierno algorítmico es esencial para informar políticas que salvaguarden los derechos individuales, mitiguen los riesgos laborales y promuevan una sociedad justa e informada. La colaboración entre expertos en diferentes disciplinas es crucial para abordar estos desafíos multifacéticos y garantizar que el gobierno algorítmico sirva al bienestar de la sociedad en su conjunto.
[1] Margetts, H.Z., & Dunleavy, P. (2013) <<The second wave of digital-era governance: a quasi-paradigm for government on the Web>>. Philosophical Transactions of the Royal Society A: Mathematical, Physical and Engineering Sciences, 371.
[2] Mittelstadt, B.D., Allo, P., Taddeo, M., Wachter, S., & Floridi, L. (2016) <<The ethics of algorithms: Mapping the debate>>. Big Data & Society, 3.
[3] Creemers, R. (2018) <<China’s Social Credit System: An Evolving Practice of Control>>. AARN: Science & Technology Studies (Sub-Topic).
[4] Brynjolfsson, E., & McAfee, A. (2014) <<The second machine age: Work, progress, and prosperity in a time of brilliant technologies>>. W. W. Norton & Co.
[5] Kitchin, R. (2017) <<Thinking Critically about and Researching Algorithms>>. Information Communication & Society, 20, 14-29. https://doi.org/10.1080/1369118X.2016.1154087
[6] Van Dijck, J. (2014) <<Datafication, dataism and dataveillance: Big Data between scientific paradigm and ideology>>. Surveillance & Society, 12(2), 197–208.
[7] Sunstein, C. R. (2017) <<#Republic: Divided Democracy in the Age of Social Media>>. Princeton University Press.
[8] Tandoc Jr., E. C., Lim, Z. W., & Ling, R. (2018) <<Defining “Fake News”: A Typology of Scholarly Definitions>>. Digital Journalism, 6, 137-153. https://doi.org/10.1080/21670811.2017.1360143
