El poder psicológico de los comportamientos ritualizados radica en la tendencia natural de los seres humanos a recurrir a rituales cuando experimentan ansiedad o estrés. Un ejemplo común de este fenómeno es cuando repetidamente presionamos los botones de llamada del ascensor. Cuando estamos esperando en un edificio alto y el botón que hemos presionado se ilumina, indicando que se ha registrado nuestra solicitud, a veces sentimos la necesidad de regresar y presionar nuevamente ese botón. Esta acción repetitiva puede ser una forma de lidiar con la ansiedad causada por la espera o la frustración ante la lentitud del ascensor.[1]
La realización de rituales en situaciones estresantes no se limita solo a los ascensores. Podemos observar comportamientos similares en otras áreas de la vida. Por ejemplo, muchas personas tienen rituales personales antes de presentar un discurso público importante o antes de un evento deportivo importante. Estos rituales pueden incluir acciones como respirar profundamente, hacer estiramientos o repetir ciertas frases para calmar los nervios y aumentar la confianza.[2]
Desde una perspectiva sociológica, los rituales culturalmente sostenidos tienen un impacto en nuestras intuiciones sobre su efectividad causal. Cuando nos sentimos ansiosos o percibimos una falta de control sobre los eventos, tendemos a recurrir a comportamientos ritualizados. Un ejemplo clásico es la realización de danzas de la lluvia en diversas culturas. Aunque estas danzas no tienen una conexión causal directa con la lluvia, la repetición y redundancia de los rituales refuerzan la creencia en su poder causante.
La influencia cultural también desempeña un papel importante en la efectividad percibida de los rituales. Los ritos religiosos son un claro ejemplo de cómo las creencias en agentes sobrehumanos respaldan y certifican la eficacia de los rituales. Además, el respaldo cultural y la tradición asociados con ciertos rituales, como las ceremonias de juramento presidencial, refuerzan la importancia percibida de su ejecución. Un ejemplo notable es la toma de posesión del presidente Obama en 2009. Por precaución legal, prestó juramento por segunda vez en la Map Room de la Casa Blanca frente a un grupo reducido de periodistas y personal. Durante la primera toma de posesión, el presidente Roberts omitió el adverbio «fielmente» en el juramento, lo que generó una redacción no idéntica a la establecida en la Constitución de los Estados Unidos.[3]
Un experimento fascinante realizado por Dimitris Xygalatas y sus colegas demuestra la inclinación psicológica natural de las personas para atribuir poder causal a los rituales. En el experimento, los participantes observaron videos de jugadores de baloncesto realizando tiros libres. En algunos videos, los jugadores llevaban a cabo rituales previos al tiro, mientras que en otros no se realizaban rituales. Los participantes mostraron una fuerte tendencia a predecir el éxito de los tiros libres en los que se habían observado rituales previos, incluso cuando la familiaridad con el juego o los jugadores no era un factor relevante.[4] Esto indica que los rituales, por su propia naturaleza, desencadenan intuiciones sobre su efectividad causal, aunque el apoyo cultural refuerce aún más esta creencia.
En síntesis, los comportamientos ritualizados son una respuesta natural ante la ansiedad y el estrés. Estos rituales, ya sean individuales o culturalmente respaldados, nos proporcionan una sensación de control y seguridad en situaciones inciertas. A través de la repetición y la conexión con creencias culturales o sobrehumanas, los rituales activan intuiciones sobre su poder causal, brindándonos un sentido de propósito y tranquilidad en nuestras vidas.
[1] Xygalatas, D. (2022) <<Ritual: How Seemingly Senseless Acts Make Life Worth Living>>. New York: Little, Brown Spark.
[2] Legare, C.H., & Souza, A. (2012) <<Evaluating ritual efficacy: Evidence from the supernatural>>. Cognition, 124 (1), 1-15.
[3]Mason, J.: (2009) <<Obama takes oath again after inauguration mistake>> Reuters. https://www.reuters.com/article/us-obama-oath-idUSTRE50L09A20090122
[4] Xygalatas, D., Maňo, P., and Baranowski Pinto, G. (2021) <<Ritualization increases the perceived efficacy of instrumental actions>> Cognition 215, 104823.