Los líderes políticos y medios de comunicación

La función esencial de la presidencia es representar el Estado y las funciones protocolares asociadas que ejerce el Gobierno[1] a través de la Administración General del Estado para gobernar, gestionar los intereses públicos españoles y ejercer la potestad reglamentaria en aplicación y desarrollo de las leyes. Sin embargo, con el paso del tiempo los dirigentes políticos que han ocupado la presidencia, se han arrogado progresivamente una serie de atributos que van más allá de los límites establecidos en la LEY.[2]

En el 2015, el ex vicepresidente del Gobierno y número dos del PSOE con Felipe González, Alfonso Guerra, advirtió que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, estaba llevando a cabo «una suerte de golpe de Estado a cámara lenta».[3] No obstante, Guerra no era consciente de que la idea ya había penetrado en las mentes de algunos dirigentes jóvenes del PSOE que posteriormente cambiarían las estructuras del partido para impulsarla, apoyados en toda clase de justificaciones que analizadas desde diversas ópticas quizás no tengan suficiente integridad para soportar tales cambios.[4] No obstante, es ese el camino que ha elegido el actual presidente español, Pedro Sánchez Castejón para la supuesta resolución de un conflicto crescente in dies.[5]

En esta línea y considerando el modo en que el actual presidente ha llegado al poder y ha decidido abordar la cuestión resulta indispensable analizar ciertas interrogantes éticas y de posible naturaleza legal que plantea el nuevo liderazgo. En primer lugar, debemos preguntarnos si, ¿es lícito que un líder político distorsione la percepción de los ciudadanos por lo que él cree que es un bien público?[6]

Esta es una cuestión atemporal, si bien los gobernantes no son menos poderosos ni ambiciosos, y los mecanismos utilizados para desorientar a los ciudadanos son más sofisticados y eficaces que nunca, gracias a los avances tecnológicos, capaces de modificar incluso la percepción de la realidad.[7] Ciertamente, la evolución de la cultura digital también se traduce en una expansión constante de las estructuras organizativas en las que trabajan las personas, así como de los colectivos en los que se comunican, piensan y actúan conjuntamente. Estamos asistiendo al modo en que los grandes colectivos se adueñan progresivamente de nuestras vidas, particularmente en su aspecto económico y de políticas públicas[8], y hacen cada vez más difícil que podamos ver la relación entre lo que hacemos y todo principio de verdad o derecho universal. Ante esta disyuntiva, el líder se ve tentado por las herramientas de la manipulación. Al mismo tiempo, la dependencia de los líderes al sufragio, a la opinión pública y al apoyo de los socios de la coalición es un equilibrio difícil y ha generado una forma de hacer las cosas muy perversa, en donde quienes ejercen un cargo público idean constantemente métodos para coaccionar el consentimiento de los ciudadanos.[9]

En consecuencia, conviene plantearse la siguiente pregunta: ¿Para qué sirven los dirigentes políticos? Y más aún, ¿por qué razón son necesarios en un país libre? En teoría, la función de los dirigentes consiste en contribuir a resolver ante cualquier crisis, cuál de nuestros posibles yoes[10] va a actuar.

Cada uno tiene múltiples rasgos. Nuestras personalidades son conjuntos de respuestas posibles, cada uno de los cuales posee un acento propio y singular, pero todos muy diferentes entre sí. Si siempre pudiésemos contar con los demás, para actuar continuamente de la misma manera, sin importar los desafíos que se nos presenten, la vida y la política serían mucho más simples. Pero también sería aburrida y poco interesante. Es precisamente nuestra imprevisibilidad lo que caracteriza al ser humano.

Así, el líder es la sugestión encarnada, y la combinación de causas y casualidades por las cuales se determina en cada momento al dirigente que captará nuestra atención y respaldo, es la cadena causal de la historia.

Por esta razón, parece que la tendencia de la política global consiste en instaurar una sociedad desorientada, ambigua y resentida. Ciudadanos deseosos por refugiarse en la fantasía. Les han hecho creer que este mundo es más trágico e injusto de lo que realmente es. Responsabilizando a todo el mundo de la situación del país excepto a ellos mismos. Algunos se refugian en la desobediencia civil, asumiendo que los cimientos de nuestro Estado se han destruido. Son muy pocos los que están dispuestos a emprender la ardua lucha que supone reconstruir los principios y valores que mantienen unida a la sociedad española. En la personalidad de cada ciudadano conviven todos estos sentimientos contradictorios. Cada persona es más o menos capaz de ofrecer una respuesta a la problemática actual, y la adoptada por la gran masa es la sugerida por el liderazgo más persuasivo.

Se trata así de la pérfida idea de hacer emerger el yo más dependiente del ciudadano de a pie, que en estos tiempos es un posicionamiento peligroso porque nos sitúa al borde la servitud de la mente.[11]

Las grandes crisis provocan una gran inestabilidad del yo, o del carácter, y las crisis provocadas por Covid-19 son catastróficas. [12]  En estas circunstancias, el resultado puede ser un enorme sobredesarrollo de un rasgo humano normal, organizado y expresado socialmente. En este caso, la función del líder podrá ser muy perjudicial o muy positiva, dependiendo de los intereses de un liderazgo carente de escrúpulos, ya que puede inducir a la masa a ser lo mejor o lo peor dentro de su rango.

Un país libre, el cual es nuestro ideal y nuestra realización parcial, necesita, como cualquier otro, dirigentes dignos. Ahora bien, antes de finalizar esta reflexión, debemos plantearnos otra pregunta esencial: ¿Cuál es el objetivo de la vida política y de la ciudadanía activa en un país libre? Más allá del rescate de Excalibur, el perro del ébola.

Pienso que la finalidad de la participación en el pensamiento político del país, y de la comunidad como parte de él, no es en última instancia la solución de los problemas políticos. La libertad de los hombres para pensar, aprender y actuar de acuerdo a su sabiduría adquirida es, a mi juicio, más probable para lograr buenas soluciones a los problemas políticos que cualquier otro sistema; al menos así lo demuestra el historial democrático de otros países más exitosos que el nuestro.

Pero, aunque hubiera una forma mejor de acertar en las respuestas técnicas o prácticas, digamos los materiales. Ante un problema político, me seguiría aferrando a la democracia y la decisión del pueblo. El juicio final sobre un sistema social o político no debe basarse, únicamente, sobre el criterio del éxito práctico. Se fundamenta en la evidencia del crecimiento del pueblo. En ocasiones, los hombres libres cometen errores; hay que permitirles ese privilegio. Si aprenden las lecciones de la política y la conducta a partir de los errores, se cumple el principio de la democracia. Que haya o no otros ámbitos de la vida, al margen de la política, donde este principio no pueda cumplirse, es otra cuestión. Me ceñiré a la política y a la articulación de un sistema jurídico justo.

No obstante, con sus tácticas políticas, los líderes ejercen distorsiones que se repiten y son sistémicas, producto no sólo de la manipulación deliberada, sino también de las circunstancias ideológicas y económicas en que operan los medios de comunicación. Así como los programas de entretenimiento que están contaminados por los muchos sesgos ideológicos y políticos ocultos en ellos. En el caso de España, sólo basta observar las programaciones de Mediaset o La Sexta, cuyas concesiones deberían ser revisadas. [13][14]

La prensa es capaz de dirigir eficazmente nuestras percepciones cuando disponemos de escasa información en contra y el mensaje parece congruente con las nociones previas sobre los acontecimientos, nociones que, a su vez, podrían ser creadas en parte por los medios de comunicación. De este modo, la nueva información es un refuerzo de las percepciones anteriores.

Los reportajes sobre acontecimientos aparentemente diferentes y diversos poseen una continuidad oculta y un impacto acumulativo en el público. El hecho de considerar que una noticia concreta produce un efecto insignificante porque sólo refuerza los puntos de vista existentes y no los cambia, es ignorar el hecho de que nunca se pretendió cambiarlos, sino que se diseñó con el fin de reforzar la ideología dominante. Así pues, el efecto mínimo es el deseado.

¿Si los medios audiovisuales van tan adelantados al universo de la comunicación, así como parecen estarlo los gurús de toda la verdad y la mentira, entonces cómo podemos evaluarlos? Y ¿quién puede decir si nuestras críticas son fidedignas? Al intentar denunciar la tergiversación y los sesgos de la prensa, ¿acaso no introducimos irremediablemente nuestros propios prejuicios? Y, en caso de que la objetividad sea inalcanzable, ¿no estamos entonces en las garras de un subjetivismo en el que las impresiones de una persona son tan fiables o dudosas que las de otra?

Ante este dilema, un punto de vista diferente nos da la oportunidad para poner a prueba las creencias reinantes, y abrirnos a la información que han ignorado o suprimido los medios de comunicación y la corriente de pensamiento dominante.[15] De ahí, el éxito cada vez mayor que tienen ciertas emisoras de radio, blogueros, influencers y otras personas que dan voz a quienes aún tienen una conciencia crítica. Algo que han sido incapaces de ofrecer los principales conglomerados mediáticos.

Por ejemplo, la estructura de control que existe en los medios de comunicación estadounidenses es distinta de la censura institucionalizada y formal que cabría esperar de una prensa controlada por el gobierno; resulta menos visible y más sutil, no es monolítica sino jerarquizada, transmitida a la mayoría por aquellos que trabajan para unos pocos, esencialmente antidemocrática y de perspectiva estrecha, vinculada a los ricos y poderosos aunque no totalmente inmune a las presiones de un público agitado, propagandista pero en ocasiones proporcionando información contundente que es reveladora de forma intencionada o no. [16]

Si bien es cierto que la prensa no determina todas nuestras opiniones, sí condiciona la visibilidad de las mismas; puede enmarcar los límites perceptivos en torno a los cuales se configuran nuestras opiniones. Ahí puede residir su efecto más significativo. Los medios de comunicación marcan la agenda de temas para el resto de nosotros, eligiendo lo que se enfatiza y se ignora o suprime, organizando de hecho buena parte de nuestro universo político. Es posible que los medios de comunicación no siempre puedan decirnos lo que tenemos que pensar, pero sí son sorprendentemente eficaces a la hora de indicarnos en qué tenemos que pensar.

Al igual que otras agencias sociales, culturales y educativas, los medios de comunicación nos enseñan una visión de túnel, condicionándonos a que percibamos los problemas de la sociedad en forma de peculiaridades aisladas, atrofiando así nuestra visión crítica. Los principales problemas se reducen a acontecimientos inmediatamente diferenciados, mientras los vínculos de la riqueza, el poder y la política no se comunican o quedan enterrados bajo una saturación de impresiones y personajes superficiales. No existe en la prensa norteamericana nada que sea esencial y revelador que no pueda ser ignorado, ni nada que sea demasiado trivial y superficial que no pueda ser objeto de atención prolongada. La prensa de España no es diferente.[17]

En última instancia, son los medios de comunicación los que establecen el límite del discurso público.[18] Es posible que no siempre moldeen la opinión, pero tampoco es necesario que lo hagan. Es suficiente con el hecho que creen visibilidad en la opinión, otorgando legitimidad a determinados puntos de vistas e ilegitimidad a otros. Lo mismo hacen los medios de comunicación con las cuestiones de fondo que con los candidatos, sacando a algunos de la oscuridad y confiriéndoles legitimidad, mientras relegan a otros al olvido. En España es absolutamente sorprendente este poder para determinar la agenda de temas, el flujo de información y los parámetros del debate político, de modo que se extiende desde la extrema izquierda hasta el centro moderado.

[1] El Gobierno está regulado por el Título IV de la Constitución, según el cual se compone de Presidente, de los vicepresidentes, en su caso, de los ministros y de los demás miembros que establezca la Ley.

[2] Redacción.: (2021) <<El TC sopesa declarar inconstitucional el primer estado de alarma de Pedro Sánchez>> Economía Digital. https://www.economiadigital.es/politica/el-tc-sopesa-declarar-inconstitucional-el-primer-estado-de-alarma-de-pedro-sanchez.html

[3] Redacción (2015) <<Guerra dice que Artur Mas lidera «una suerte de golpe de Estado y anima al Gobierno y a la sociedad a reaccionar>>. El Español https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/guerra-dice-que-artur-mas-lidera-una-suerte-de-golpe-de-estado-y-anima-al-gobierno-y-a-la-sociedad-a-reaccionar_24600_102.html

[4]Redacción: (2017) <<Pedro Sánchez: Vamos a cambiar España desde la unidad de todos los compañeros>> https://www.eleconomista.es/politica/noticias/8374215/05/17/Pedro-Sanchez-Vamos-a-cambiar-Espana-desde-la-unidad-de-todos-los-companeros.html

[5] Díez, A.; Alberola, M.: (2018) <<Sánchez propone votar un nuevo Estatuto para resolver la crisis en Cataluña>> ERC y PDeCAT amenazan con retirar su apoyo al Gobierno si no avanza la autodeterminación. El País

https://elpais.com/politica/2018/07/17/actualidad/1531822277_513800.html

[6] Serna, J.: (2016) <<¿Es conveniente engañar al pueblo?>> Infolibre Luces Rojas

https://www.infolibre.es/noticias/luces_rojas/2016/04/22/conveniente_enganar_pueblo_48562_1121.html

[7] Wright, A.: (2020) <<Highlighting the dangers of technology, The Social Dilemma was a horrifying look into mass manipulation for profit>> The Central Trend https://thecentraltrend.com/88433/opinion/highlighting-the-dangers-of-technology-the-social-dilemma-was-a-horrifying-look-into-mass-manipulation-for-profit/

[8] Fernández, M.:(2019) <<Problemas públicos y configuración de colectivos. Una reflexión analítica sobre el pasaje al espacio público y sus condiciones de mediatización>> Departamento de Comunicación. Universidad Católica del Uruguay. Versión impresa ISSN 1688-3497versión On-line ISSN 0797-3691 DOI: https://doi.org/10.22235/d.v0i30.1782

[9] En filosofía política, la frase consentimiento de los gobernados se refiere a la idea de que la legitimidad de un gobierno y derecho moral de utilizar el poder estatal es solo justificado y lícito cuándo es consentido por las personas o la sociedad sobre el cual el poder político es ejercido.

[10] Multitud de teorías de la psicología social han intentado definir qué es el yo / yoes. Desde Williams James a finales del siglo XIX, que distinguió entre el “mí” como objeto de la experiencia y el “yo” como observador, hasta el psicoanálisis más ortodoxo. El yo es esa parte autorreferencial de nuestro ser.

[11] Galascio Sánchez, M.A.: (2013) <<Adiós al Ciudadano>> Opinión.  https://www.teldeactualidad.com/hemeroteca/articulo/opinion/2013/05/19/8683.html

[12] (2020) <<España y la crisis del coronavirus: una reflexión estratégica en contexto europeo e internacional>> Powell, C.; Molina, I.; Martínez, J.P. (Coordinadores).

[13] Paredes, M.: (2021) << El Supremo ratifica la multa de 1,1 millones a ‘Sálvame’ por contenidos inapropiados>>.  La Vanguardia. Decisión Judicial. https://www.lavanguardia.com/television/20210603/7502410/supremo-ratifica-multa-1-1-millones-salvame-contenidos-inapropiados-cnmc.html

[14] La Ley 3/2013, de 4 de junio, de creación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (LCNMC) dispone en su artículo 9 que la CNMC supervisará y controlará el correcto funcionamiento del mercado de comunicación audiovisual.

[15] Farinosi, M.; Treré, E.: (2014) <<Challenging mainstream media, documenting real life and sharing with the community: An analysis of the motivations for producing citizen journalism in a post-disaster city. Global Media and Communication>> 10. 73-92. 10.1177/1742766513513192.

[16] Louise, N.: (2020) <<These 6 corporations control 90% of the media outlets in America. The illusion of choice and objectivity>> https://techstartups.com/2020/09/18/6-corporations-control-90-media-america-illusion-choice-objectivity-2020/

[17] Davis, M.: (2019) << Bank loans at ‘unimaginable’ interest rates: How the Spanish press became corrupted>> A new book from the former editor of El Mundo describes a culture of corruption in Spain’s press. In exchange for favorable coverage of politicians and corporations, bribes. https://bigthink.com/politics-current-affairs/spanish-press-corrupt?rebelltitem=1#rebelltitem1

[18] Strömberg, D.: (2021) <<Mass media and public policy>> European Economic Review. Volume 45, Issues 4–6, May 2001, Pages 652-663

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