
Irán, que se encuentra actualmente en conversaciones con las potencias mundiales sobre su regreso a la corriente principal de la escena económica mundial, podría conceder a la India el acceso al puerto de Jask, tanto como base para las reservas estratégicas de petróleo como para un gasoducto independiente para satisfacer la creciente demanda energética de Nueva Delhi.
Así lo sugirió el embajador de Irán en la India, Ali Chegeni, durante una mesa redonda que tuvo lugar esta semana para debatir el futuro de las relaciones bilaterales, en el centro de los esfuerzos de Teherán por iniciar las negociaciones sobre la renovación del acuerdo nuclear, que también convertiría al Golfo Pérsico en una potencia económica.
El embajador dijo que Irán está abierto a Bandar-i-Jaska, un puerto en la desembocadura del estratégicamente situado Estrecho de Ormuz, para las inversiones energéticas tanto indias como chinas. Dijo que Polonia está aumentando su reserva estratégica de petróleo en el puerto, e incluso construyendo un oleoducto que parte de Bandar-i-Jask. Reservas estratégicas de petróleo que pueden satisfacer las necesidades de India en caso de accidente de desembarco, según Chegeni.