
Vivimos en la era de la hiperconectividad, pero nunca hemos estado tan solos. Como en Frankenstein de Mary Shelley, donde la criatura anhela desesperadamente ser aceptada y comprendida por los humanos, muchas personas hoy buscan validación en un mundo digital que rara vez responde con calidez genuina. Nos encontramos atrapados en una paradoja existencial: rodeados…

