
Los psicópatas funcionales no llevan la palabra “peligro” tatuada en la frente. Muchos, de hecho, visten traje, sonríen con frecuencia y hablan con aparente sensibilidad. Sin embargo, quienes han tenido la desgracia de convivir con ellos saben que tras la máscara hay algo más: una frialdad quirúrgica, una manipulación emocional sostenida y un desprecio por…
