La cobertura mediática sobre Estados Unidos en algunos medios españoles, como Antena 3, resulta especialmente llamativa por su sesgo y simplificación. Los periodistas Vicente Vallés y José Ángel Abad, reconocidos por su tono aparentemente objetivo, a menudo convierten sus análisis sobre Donald Trump y la política estadounidense en ejercicios de manipulación pasivo-agresiva. Este enfoque no solo distorsiona los hechos, sino que también alimenta un prejuicio latente hacia Estados Unidos, proyectado como un país disfuncional, populista y peligroso.
Un ejemplo recurrente es cómo estos periodistas presentan las declaraciones disruptivas de Trump, a menudo con una literalidad que elimina el contexto estratégico de sus palabras. En lugar de analizar el trasfondo de las tácticas negociadoras de Trump —diseñadas para provocar una reacción y reconfigurar las relaciones de poder—, se enfocan en las frases superficiales para escandalizar al espectador. Esto crea una imagen caricaturesca de Trump como un líder irracional, cuando en realidad sus movimientos suelen estar calculados para maximizar ventajas en negociaciones internacionales.
Tácticas de Trump y la descontextualización mediática
Trump es un maestro del “troleo” (provocación) estratégico, como se puede observar en episodios aparentemente extravagantes: la propuesta de comprar Groenlandia, renombrar el Golfo de México o renegociar el Canal de Panamá. Cada uno de estos gestos tiene un propósito claro dentro de su enfoque de “El arte de la negociación”: lanzar propuestas maximalistas, provocar una reacción, y luego alcanzar un acuerdo más ventajoso para Estados Unidos. Sin embargo, esta lógica estratégica se ignora sistemáticamente en los análisis de Vallés y Abad, quienes presentan estas acciones como caprichos absurdos de un líder egocéntrico.
Por ejemplo, la propuesta de adquirir Groenlandia se ridiculizó ampliamente en Antena 3, sin mencionar el valor estratégico de la isla para la seguridad nacional de Estados Unidos o los recursos que representa. La cobertura tampoco abordó cómo esta propuesta llevó a Dinamarca a aumentar su inversión en la isla, un resultado que beneficia indirectamente a los intereses estadounidenses. En lugar de profundizar en las implicaciones geopolíticas, el enfoque fue la supuesta extravagancia de Trump.
Un caso de estudio: El Golfo de México
Coincido absolutamente con el análisis del historiador estadounidense, Victor Davis Hanson, cuando comenta que otro ejemplo revelador es cómo Trump utiliza el tema del Golfo de México para desafiar la hipocresía del discurso progresista. Al sugerir cambiar el nombre del golfo, Trump juega irónicamente con la obsesión contemporánea por renombrar lugares históricos, exponiendo las contradicciones de quienes impulsan estas campañas. Sin embargo, los medios españoles interpretaron esta ironía como una seria propuesta de apropiación imperialista, sin reconocer el trasfondo humorístico y provocador del comentario.
Por qué importa un análisis matizado
El problema con esta narrativa es doble. Primero, desinforma al público al presentar las tácticas de Trump como irracionales en lugar de calculadas. Segundo, alimenta un prejuicio antiestadounidense que refuerza la narrativa de que Estados Unidos es un país moralmente inferior. Esta perspectiva, profundamente arraigada en ciertos sectores de la sociedad española, dificulta el entendimiento de las dinámicas reales de la política internacional y reduce la capacidad de los espectadores para interpretar los eventos globales con criterio.
Trump, con todas sus imperfecciones, desafió el status quo con un enfoque que pone en jaque tanto a sus oponentes nacionales como internacionales. Presentarlo exclusivamente como un bufón peligroso es un error que ignora las implicaciones más amplias de sus políticas y tácticas.
La responsabilidad de los periodistas no es solo informar, sino también ofrecer contexto y profundidad. En el caso de Vicente Vallés y José Ángel Abad, su cobertura sobre Trump y Estados Unidos refleja un sesgo evidente que no contribuye a un entendimiento realista de la política estadounidense. Al reducir la complejidad de las tácticas de Trump a titulares sensacionalistas, privan a su audiencia de una visión más completa y matizada de los eventos internacionales. En un mundo cada vez más interconectado, esta falta de rigor es un lujo que no podemos permitirnos.
