La deshumanización en la sociedad contemporánea

La deshumanización, un fenómeno intrínseco a la condición humana desde tiempos remotos, ha cobrado una relevancia aún mayor en la sociedad contemporánea, donde diversos factores políticos, psicológicos, sociológicos y culturales convergen para erosionar los principios fundamentales de humanidad, dignidad y derechos inherentes a los seres humanos. En este editorial, exploraré a fondo el tema, desde su génesis hasta sus expresiones contemporáneas, y sugeriré medidas específicas para atenuar su influencia en la calidad de vida de los ciudadanos y la sociedad en su conjunto.

Origen y definición

La deshumanización encuentra sus raíces en la capacidad del ser humano para percibir al otro como diferente, inferior o incluso como una amenaza. Este proceso puede manifestarse a través de diversos mecanismos, entre los cuales destacan los prejuicios y estereotipos, las ideologías extremistas, el conflicto y la guerra, y la influencia de los medios de comunicación. 

Prejuicios y estereotipos

Los prejuicios y estereotipos son construcciones mentales que simplifican la realidad y categorizan a las personas en grupos homogéneos, basándose en características como la raza, el género, la religión o la orientación sexual. Autores como Allport (1954) y Tajfel (1979) han destacado cómo estos prejuicios pueden conducir a la discriminación y al trato deshumanizado hacia aquellos que son percibidos como diferentes.

Por ejemplo, en contextos políticos, los prejuicios pueden alimentar la polarización y el sectarismo, llevando a la deshumanización de los adversarios políticos y legitimando la violencia en su contra. Asimismo, en el ámbito laboral, los estereotipos de género pueden limitar las oportunidades de desarrollo profesional de las mujeres, relegándolas a roles subordinados y desvalorizando sus capacidades. 

Ideologías extremistas

Las ideologías extremistas, ya sean políticas, religiosas o sociales, promueven visiones dicotómicas del mundo donde el “nosotros” se presenta como superior al “ellos”. Autores como Festinger (1956) han señalado cómo la adhesión a estas ideologías puede deshumanizar al otro, justificando la violencia y la opresión en nombre de una supuesta superioridad moral o cultural.

Un ejemplo paradigmático de esto es el surgimiento de regímenes totalitarios en el siglo XX, donde la propaganda y la manipulación ideológica fueron utilizadas para deshumanizar a ciertos grupos étnicos o políticos, justificando así atrocidades como el Holocausto o los campos de trabajo forzado en regímenes comunistas.

Conflicto y Guerra

El conflicto armado y la guerra representan una de las manifestaciones más extremas de la deshumanización, donde el enemigo es representado como una amenaza existencial que debe ser eliminada a cualquier costo. Autores como Freud (1930) y Fromm (1973) han explorado cómo la dinámica de “nosotros contra ellos” en el contexto bélico puede minar la empatía y la compasión hacia el otro, llevando a actos de crueldad y barbarie.

Un ejemplo contemporáneo de esto es el uso de la propaganda de guerra para deshumanizar al enemigo, presentándolo como un ente malévolo e inferior que justifica la violencia indiscriminada (Cialdini, 2007). Asimismo, la desensibilización ante el sufrimiento ajeno en conflictos prolongados puede llevar a la pérdida de valores éticos fundamentales, como el respeto a la vida y la dignidad humana (Grossman, 2009). 

Influencia de los medios de comunicación

Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la construcción de narrativas que pueden tanto humanizar como deshumanizar a ciertos grupos sociales. Autores como Gerbner (1998) y van Dijk (1993) han analizado cómo la representación mediática de minorías étnicas, religiosas o sexuales puede perpetuar estereotipos y prejuicios, contribuyendo así a su marginación y exclusión social.

Por ejemplo, la cobertura sensacionalista de la delincuencia puede reforzar la percepción de ciertos grupos como inherentemente peligrosos o criminales, alimentando así el miedo y la hostilidad hacia ellos (Surette, 2007). Del mismo modo, la representación estereotipada de ciertas culturas o religiones puede reforzar prejuicios y contribuir a la creación de barreras interculturales (Entman, 1994). 

Sin embargo, debo resaltar que hay grupos significativos en Europa que, lejos de mostrar interés por la integración, exhiben una actitud abiertamente hostil hacia nuestros valores y otros fundamentos de la sociedad occidental. Esta conducta, sin duda, refuerza los prejuicios y estereotipos de una parte considerable de la población, que carece de una explicación lógica para comprender los ataques constantes dirigidos contra las estructuras sociales del país.

En última instancia, la deshumanización representa una amenaza significativa para la cohesión social y la convivencia democrática, erosionando los valores fundamentales de humanidad, dignidad y derechos humanos. Sin embargo, es importante reconocer que este fenómeno no es inevitable y que existen medidas concretas que pueden ser implantadas para contrarrestarlo. 

A continuación, comparto 10 medidas para evitar la deshumanización:

  1. Fomentar la educación en valores desde edades tempranas: Esta medida implica integrar programas educativos que no solo se centren en aspectos académicos, sino que también enseñen valores fundamentales como la empatía, el respeto y la tolerancia desde las primeras etapas del desarrollo humano. Esto puede lograrse mediante la inclusión de asignaturas específicas, actividades extracurriculares y programas de educación socioemocional. La educación en valores puede tener un impacto positivo en el comportamiento prosocial y la reducción de conductas agresivas.
  1. Regular la representación mediática de grupos minoritarios: Esta medida implica establecer políticas y regulaciones que obliguen a los medios de comunicación a ofrecer una cobertura equitativa y libre de estereotipos hacia grupos minoritarios. No me refiero a ocultar su presencia, como sucede en la actualidad. Esto puede realizarse mediante la instauración de códigos de conducta para periodistas y creadores de contenido, así como mediante la creación de entidades reguladoras encargadas de supervisar y sancionar la difusión de estereotipos y prejuicios. La representación mediática desempeña un papel crucial en la formación de la percepción pública sobre los grupos minoritarios y en la perpetuación de estereotipos.
  1. Promover el diálogo intercultural y la colaboración entre diferentes comunidades: Esta medida busca crear espacios y oportunidades para que personas de diferentes orígenes culturales, étnicos, religiosos y sociales puedan interactuar, compartir experiencias y construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la comprensión. Esto puede ejecutarse mediante la organización de eventos culturales, programas de intercambio cultural, y proyectos comunitarios que fomenten la cooperación y la solidaridad entre grupos diversos. El contacto intergrupal es importante en la reducción de prejuicios y la mejora de las relaciones interculturales.
  1. Combatir la impunidad en casos de discriminación y violencia: Esta medida implica garantizar que los responsables de actos discriminatorios o violentos sean llevados ante la justicia y que se les apliquen sanciones proporcionales a sus acciones. Esto puede llevarse a cabo mediante la implantación de leyes antidiscriminación efectivas, la capacitación de profesionales del sistema judicial en temas de diversidad y derechos humanos, y el fortalecimiento de los mecanismos de protección y asistencia a las víctimas. La rendición de cuentas es vital en la prevención de conflictos intergrupales y la promoción de la justicia social.
  1. Sensibilizar a la opinión pública sobre los peligros de la deshumanización: Esta medida implica desarrollar campañas de concienciación y sensibilización que informen a la población sobre los efectos negativos de la deshumanización en la sociedad y promuevan una mayor empatía y solidaridad hacia los demás. Esto puede ser alcanzado mediante la difusión de mensajes en medios de comunicación, la organización de eventos educativos y la colaboración con organizaciones de la sociedad civil. La sensibilización puede aumentar la disposición de las personas a ayudar a otros y a tomar medidas contra la injusticia.
  1. Incentivar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas y sociales: Esta medida busca empoderar a los ciudadanos y fortalecer la democracia mediante la promoción de la participación activa en la vida política y social. Esto puede llevarse a cabo mediante la creación de espacios de participación ciudadana, como consejos consultivos y presupuestos participativos, y la implantación de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública. La participación cívica es esencial en la promoción del bienestar social y la reducción de la desigualdad.
  1. Implementar programas de reconciliación y perdón en contextos de conflicto armado o violencia intercomunitaria: Esta medida busca sanar las heridas del pasado y construir la paz mediante la promoción del perdón y la reconciliación entre víctimas y victimarios. Esto puede hacerse realidad mediante la creación de espacios de encuentro y diálogo, la implantación de programas de justicia restaurativa y la promoción de la memoria histórica y el reconocimiento de las víctimas. El perdón es cardinal en la reconstrucción de sociedades divididas por conflictos violentos.
  1. Apoyar iniciativas de memoria histórica y reconocimiento de las víctimas: Esta medida busca preservar la memoria de las víctimas de violaciones de derechos humanos y evitar la repetición de los errores del pasado mediante la promoción de la verdad, la justicia y la reparación. Esto puede llevarse a término a través de la creación de museos y monumentos conmemorativos, la realización de investigaciones históricas y la implantación de programas de apoyo psicosocial a las víctimas.
  1. Promover la igualdad de oportunidades y la inclusión social: Esta medida busca abordar las causas estructurales de la desigualdad y la exclusión mediante la implementación de políticas y programas que garanticen el acceso equitativo a recursos y oportunidades para todos los ciudadanos. Esto puede conseguirse mediante la adopción de medidas afirmativas, la eliminación de barreras socioeconómicas y la promoción de la diversidad y la inclusión en todos los ámbitos de la sociedad. La igualdad de oportunidades es primordial en la promoción del desarrollo humano y la reducción de la pobreza.
  1. Fomentar una cultura de paz y no violencia: Esta medida busca transformar las relaciones interpersonales y sociales mediante la promoción de valores como el respeto mutuo, la resolución pacífica de conflictos y la cooperación. Esto puede materializarse mediante el establecimiento de programas de educación para la paz, la promoción de la mediación y el arbitraje como mecanismos alternativos de resolución de conflictos, y la creación de redes de colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y el sector público. La construcción de una cultura de paz es fundamental en la prevención de la violencia y la promoción del desarrollo sostenible.

En última instancia, la lucha contra la deshumanización es un desafío colectivo que requiere el compromiso y la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Solo mediante el reconocimiento de nuestra humanidad compartida y el respeto a la dignidad de cada individuo podremos construir un mundo más justo, equitativo y solidario.

Allport, G. W. (1954) <<The nature of prejudice>>. Addison-Wesley.

Tajfel, H. (1978) <<Social Categorization, Social Identity, and Social Comparison>>. In H. Tajfel (Ed.), Differentiation between Social Groups: Studies in the Social Psychology of Intergroup Relations (pp. 61-76). London: Academic Press.

Eagly, A. H., & Karau, S. J. (2002) <<Role congruity theory of prejudice toward female leaders>>. Psychological Review, 109(3), 573–598. https://doi.org/10.1037/0033-295X.109.3.573

Festinger, L., Riecken, H. W., & Schachter, S. (1964) <<When prophecy fails: A social and psychological study of a modern group that predicted the destruction of the world>>. Harper Torchbooks.

Bernstein, M. H. (1964) <<Review of Eichmann in Jerusalem: A Report on the Banality of Evil>>, by Hannah Arendt. American Political Science Review, 58(1), 151–152. https://doi.org/10.2307/1952773

Snyder, Timothy. (2010) <<Bloodlands: Europe between Hitler and Stalin>>. New York :Basic Books,

Freud S. (1930) <<Civilization and its discontents>>. Leonard & Virginia Woolf at The Hogarth Press and the Institute of Psycho-analysis.

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Cialdini, R. B. (2007) <<Influence: The Psychology of Persuasion>>. New York: Harper Collins.

Grossman, D. (1995) <<On killing: the psychological cost of learning to kill in war and society>>. Boston, Little, Brown.

Gerbner, G. (1998) <<Cultivation Analysis: An Overview>>. Mass Communication and Society, 1, 175-194. https://doi.org/10.1080/15205436.1998.9677855

van Dijk, T. A. (1993) <<Elite discourse and racism>>. Sage Publications, Inc. https://doi.org/10.4135/9781483326184 

Surette, R. (2007) <<Media, Crime, and Criminal Justice: Images, Realities, and Policies>>. Belmont. 

Entman, R. M. (1994b) <<Representation and Reality in the Portrayal of Blacks on Network Television News>>. Journalism & Mass Communication Quarterly, 71, 509-520. https://doi.org/10.1177/107769909407100303

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