Las características de las redes sociales, como su bajo costo, fácil acceso y rápida difusión de información, han llevado a que más personas consuman noticias a través de las redes sociales en lugar de los medios de noticias tradicionales. Sin embargo, en estas plataformas se difunden tanto información de alta calidad como información de baja calidad. Además, las redes sociales limitan la exposición a opiniones diversas y fomentan la formación de grupos de usuarios con opiniones similares. Esto da lugar a las cámaras de eco: un espacio donde las personas solo encuentran creencias, opiniones o puntos de vista que refuerzan sus propias perspectivas.[1] En consonancia con esta idea, numerosos gobiernos han visto la oportunidad de promover la fragmentación, ya que una población dividida se torna vulnerable y más fácil de controlar.
Por otro lado, es fundamental explorar diversas dimensiones de los mecanismos de difusión en las redes sociales, como se ha evidenciado recientemente en una investigación centrada en las plataformas de videos cortos. Los estudios que abordan múltiples plataformas tienen el potencial de aportar una perspectiva renovada sobre cuestiones que han sido objeto de un prolongado debate. De hecho, en el transcurso de este año, se ha llevado a cabo un estudio que se ha centrado en tres plataformas de videos cortos ampliamente populares: Douyin, TikTok y Bilibili. Este estudio ha destacado que las plataformas de videos cortos se caracterizan por sus interacciones centradas en el contenido, las cuales dependen en gran medida de videos personalizados, cuidadosamente seleccionados por los algoritmos de alimentación de estas plataformas. En el contexto de sistemas sociotecnológicos, los algoritmos suelen funcionar de manera imperceptible, no obstante, tienen el poder de transformar la forma en que interactuamos entre nosotros, llegando incluso a influir en la tendencia de los usuarios hacia la creación de cámaras de eco polarizadas.[2]
Bajo la lente tecnológica, autores como Sunstein (2017) han señalado cómo los algoritmos de recomendación de plataformas sociales, como Facebook y Twitter, contribuyen a la creación y perpetuación de cámaras de eco. Estos algoritmos utilizan datos de usuario para mostrar contenido similar a las preferencias previas, lo que resulta en la exposición constante a opiniones y puntos de vista afines, limitando la diversidad de información a la que se accede. Por ejemplo, en Facebook, los usuarios pueden ser bombardeados con noticias y opiniones políticas que coinciden con sus creencias, reforzando sus sesgos.[3] Esto hace evidente que Internet no es un foro público que pueda respaldar la soberanía política en democracias deliberativas debido al apoyo tecnológico a las tendencias de los usuarios de utilizar la personalización para leer y enlazar con recursos afines, una tendencia que se ha demostrado, por ejemplo, en blogs políticos y muchas otras áreas. Los grupos de odio son aún menos tolerantes y cosmopolitas; las teorías de conspiración están resguardadas de la crítica objetiva, mientras que la evidencia se presenta selectivamente.[4]
En la dimensión sociológica, autores como Pariser (2011) han destacado cómo las cámaras de eco contribuyen a la polarización social. Estas cámaras generan la fragmentación de la sociedad en grupos que comparten opiniones similares y evitan la exposición a puntos de vista divergentes. Esto puede verse reflejado en la formación de comunidades en línea donde los miembros comparten intereses y creencias comunes, lo que refuerza la homogeneidad del grupo y dificulta el diálogo constructivo con aquellos que tienen perspectivas diferentes.[5]–[6]
La influencia social, la actividad heterogénea y la homofilia pueden ser factores clave en la dinámica de polarización y cámaras de eco. Estos son conceptos sociológicos fundamentales que contribuyen a comprender cómo se forman las burbujas informativas y cómo se polarizan las opiniones en las redes sociales. Además, debemos considerar la importancia de comprender el efecto del refuerzo de opiniones y la controversia en la dinámica de polarización, lo que es un tema sociológico relevante. Esto sin mencionar ciertas características de las redes sociales reales, como la publicidad dirigida o la credibilidad de los usuarios, lo que subraya la complejidad de los factores sociológicos que influyen en la polarización en línea.[7]
Bajo el prisma psicológico, investigadores como Pennycook y Rand (2019) han explorado cómo las cámaras de eco afectan la toma de decisiones y el pensamiento crítico. La exposición constante a información que confirma las creencias existentes puede llevar a un pensamiento más dogmático y a una menor disposición a considerar evidencia que contradiga esas creencias. Esto puede resultar en la polarización de opiniones y en una mayor susceptibilidad a la desinformación.[8] De hecho, en redes sociales como Twitter y Facebook, se crean comunidades que se convierten en lugares donde vemos a todas las personas de repente comportarse como si fueran miembros de una sola familia, multiplicando y prolongando la perspectiva de su prójimo. El fin del mundo común ha llegado cuando solo se ve bajo un aspecto y se le permite presentarse desde una sola perspectiva.[9]
En este sentido, dentro del contexto cultural, autores como Papacharissi (2015) han destacado cómo las cámaras de eco pueden tener un impacto en la construcción de identidades en línea. Los individuos pueden verse atrapados en un ciclo de validación de sus identidades y creencias, lo que puede dificultar la exposición a diversas perspectivas culturales. Esto puede contribuir a la formación de comunidades en línea que comparten una cultura y una visión del mundo particulares, lo que a su vez puede influir en la polarización cultural.[10]
Desde una orientación política, investigadores como Tufekci (2014) han analizado cómo las cámaras de eco pueden ser explotadas por actores políticos y grupos de interés para difundir desinformación y manipular la opinión pública. La falta de exposición a puntos de vista opuestos facilita la propagación de noticias falsas y discursos extremistas en línea, lo que puede tener un impacto significativo en procesos políticos y en la toma de decisiones.[11]
En un contexto más amplio, es crucial reconocer los peligros inherentes a la proliferación de cámaras de eco en las redes sociales. Estas construcciones digitales no solo moldean nuestra percepción y comprensión del mundo, sino que también pueden socavar la diversidad de pensamiento, reforzar prejuicios y distorsionar la realidad. Esta preocupante tendencia amenaza la capacidad de la sociedad para el diálogo constructivo, la deliberación democrática y la toma de decisiones informadas. A medida que continuamos navegando por las aguas tumultuosas de las redes sociales, debemos ser conscientes de los efectos perjudiciales de las cámaras de eco y trabajar de manera proactiva para contrarrestar su influencia en la información, la política y la cultura.
[1] Jiang, B., Karami, M., Cheng, L., Black, T., & Liu, H. (2021) <<Mechanisms and Attributes of Echo Chambers in Social Media>>. ArXiv, abs/2106.05401.
[2] Gao, Y., Liu, F., & Gao, L. (2023) <<Echo chamber effects on short video platforms>>. Scientific reports, 13(1), 6282. https://doi.org/10.1038/s41598-023-33370-1
[3] Sunstein, C. R. (2017) <<#Republic: Divided democracy in the age of social media>>. Princeton University Press.
[4] O’Hara, Kieron; Stevens, David (2015) <<Echo Chambers and Online Radicalism: Assessing the Internet’s Complicity in Violent Extremism>>. Policy & Internet, 7(4), 401–422. doi:10.1002/poi3.88
[5] Pariser, E. (2011) <<The filter bubble: What the Internet is hiding from you>>. Penguin.
[6] Jiang, J., Ren, X., & Ferrara, E. (2021) <<Social Media Polarization and Echo Chambers in the Context of COVID-19: Case Study>>. JMIRx med, 2(3), e29570. https://doi.org/10.2196/29570
[7] Baumann, Fabian; Lorenz-Spreen, Philipp; Sokolov, Igor M.; Starnini, Michele (2020) <<Modeling Echo Chambers and Polarization Dynamics in Social Networks>>. Physical Review Letters, 124(4), 048301–. doi:10.1103/PhysRevLett.124.048301
[8] Pennycook, G., & Rand, D. G. (2019) <<The Implied Truth Effect: Attaching Warnings to a Subset of Fake News Stories Increases Perceived Accuracy of Stories Without Warnings>>. Management Science, 66(11), 4944-4957.
[9] Törnberg P. (2018) <<Echo chambers and viral misinformation: Modeling fake news as complex contagion>>. PloS one, 13(9), e0203958. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0203958
[10] Papacharissi, Z. (2015) <<Affective publics: Sentiment, technology, and politics>>. Oxford University Press.
[11] Tufekci, Z. (2014) <<Big Questions for Social Media Big Data: Representativeness, Validity and Other Methodological Pitfalls>>. ICWSM, 505-514.
