Toxicidad Positiva: El lado oscuro de la positividad forzada y el apoyo genuino

En la búsqueda constante de bienestar y felicidad, a menudo nos encontramos con el paradigma de la «positividad tóxica». Este concepto se refiere a la tendencia de enfocarse exclusivamente en el lado positivo de la vida, negando o minimizando las emociones y experiencias negativas.[1] Si bien promover una mentalidad positiva es beneficioso, la negación de emociones legítimas puede tener repercusiones perjudiciales para la salud mental.

Desde una perspectiva psicológica, la toxicidad de la positividad se manifiesta cuando se exige a las personas que repriman sus emociones negativas en favor de una apariencia constante de felicidad. Este enfoque puede ser contraproducente, ya que las emociones negativas son una parte natural de la experiencia humana. La supresión de estas emociones puede conducir a problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad. Por ejemplo, cuando alguien atraviesa un duelo, la expectativa de que siempre debe «mantener la cabeza en alto» puede retrasar su proceso de curación.[2]

Por otro lado, en el ámbito sociológico, la toxicidad de la positividad puede verse exacerbada por las normas sociales y culturales. En muchas sociedades, se espera que las personas oculten sus luchas emocionales para evitar el estigma o el juicio. Esto puede llevar a una falta de apoyo social y empeorar aún más la salud mental de quienes enfrentan dificultades. Por ejemplo, un individuo que siente que no puede expresar su ansiedad en el entorno de trabajo debido a la presión social puede experimentar un aumento en su malestar emocional.

En la dimensión cultural, la toxicidad de la positividad puede variar según las creencias y valores de una sociedad en particular. Algunas culturas pueden enfatizar la expresión abierta de emociones, mientras que otras pueden promover la contención emocional. Comprender estas diferencias culturales es fundamental para brindar apoyo efectivo. Por ejemplo, en algunas culturas asiáticas, la expresión abierta de emociones puede considerarse inapropiada, lo que dificulta que las personas busquen apoyo emocional.

En esta perspectiva, la prestación de un apoyo auténtico implica el pleno reconocimiento de la relevancia de todas las emociones y la creación de un entorno seguro donde las personas puedan libremente compartir sus vivencias. A continuación, presento cinco estrategias respaldadas por la investigación, destinadas a respaldar a aquellos que se encuentran ante desafíos emocionales:

  1. Escucha activa: Presta atención a lo que la persona está diciendo sin juzgar ni minimizar sus sentimientos. Valida sus emociones y muestra empatía.[3]
  1. Preguntas abiertas: Hacer preguntas abiertas, como «¿Cómo te sientes?» o «¿En qué puedo ayudarte?», fomenta una conversación abierta y honesta.
  1. Respeto por las diferencias culturales: Reconoce y respeta las diferencias culturales en la expresión emocional. Comprende que lo que puede ser considerado «positivo» varía según la cultura.[4]
  1. Promoción de la salud mental: Fomenta la importancia de cuidar la salud mental y busca recursos profesionales cuando sea necesario. Rompe el estigma en torno a la búsqueda de ayuda psicológica.[5]
  1. Establecimiento de límites saludables: Reconoce tus propios límites y comunica de manera amorosa cuando no puedas brindar apoyo en ese momento.[6]

La toxicidad de la positividad es un desafío en nuestra búsqueda de bienestar emocional y mental. Al comprenderla desde diversas dimensiones, podemos abordarla de manera efectiva y brindar apoyo auténtico a quienes enfrentan dificultades emocionales. Al permitir que todas las emociones sean válidas y ofrecer un espacio seguro para compartirlas, contribuimos a un mundo en el que el apoyo mutuo y la comprensión son fundamentales para el bienestar de todos.

[1] Held B. S. (2002) <<The tyranny of the positive attitude in America: observation and speculation>>. Journal of clinical psychology, 58(9), 965–991. https://doi.org/10.1002/jclp.10093

[2] Kubler-Ross, E. (1969) <<On Death and Dying>>. Macmillan, New York.

[3] Rogers, C. R. (1957) <<The Necessary and Sufficient Conditions of Therapeutic Personality Change>>. Journal of Consulting Psychology, 21, 95-103.
http://dx.doi.org/10.1037/h0045357

[4] Arredondo, P., Gallardo-Cooper, M., Delgado-Romero, E. A., & Zapata, A. L. (2014) <<Culturally responsive counseling with Latinas/os>>. American Counseling Association.

[5]Peterson, C., & Seligman, M. E. P. (2004) <<Character strengths and virtues: A handbook and classification>>. Washington, DC: American Psychological Association; New York: Oxford University Press.

[6] Held B. S. (2002) <<The tyranny of the positive attitude in America: observation and speculation>>. Journal of clinical psychology, 58(9), 965–991. https://doi.org/10.1002/jclp.10093

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