La cuestión de la baja educación y falta de honradez de los diputados en la vida política es un tema ampliamente debatido en la literatura académica en ciencias políticas y sociología. Desde una perspectiva política, autores como Dahl (1971) y Schumpeter (1943) señalan que la calidad de la democracia está directamente relacionada con la calidad de sus líderes políticos. Por lo tanto, es fundamental que los líderes políticos, como los diputados, tengan un nivel educativo adecuado y un alto grado de honradez para garantizar una toma de decisiones justas y equitativas en beneficio de la sociedad.[1]–[2]
En este contexto, hay varias razones que pueden explicar la baja educación y falta de honradez de los diputados en la vida política. En primer lugar, algunos autores argumentan que el sistema político puede ser responsable de esta situación. Por ejemplo, el sistema electoral de lista cerrada que se utiliza en algunos países puede fomentar la selección de líderes políticos con menos habilidades y competencias.[3] Además, la cultura política de un país y su nivel de corrupción pueden ser factores determinantes en la elección de líderes políticos.[4]
En segundo lugar, la educación y la formación política de los diputados también pueden ser factores determinantes en su desempeño y comportamiento en la vida política. Un estudio realizado por Pinto et al., (2019) muestra que los diputados con mayor formación educativa y experiencia política tienen una mayor probabilidad de actuar con honradez y de promover políticas públicas en beneficio de la sociedad.[5]
Es importante destacar que la falta de honradez de los diputados en la vida política puede estar relacionada con la falta de sanciones y consecuencias efectivas por actos de corrupción y mal desempeño político. La falta de sanciones efectivas puede fomentar la cultura de impunidad y el incumplimiento de normas éticas y de conducta en la vida política.[6]
Además, la baja ejecución de los diputados y su comportamiento deplorable y sin escrúpulos pueden estar influenciados por diversos factores sociológicos, psicológicos y condicionantes sociales. Uno de los principales factores sociológicos es la cultura política del país y la relación de los ciudadanos con la política. Según el sociólogo Seymour Martin Lipset, la cultura política se refiere a los valores y actitudes que los ciudadanos tienen hacia la política y cómo estos influyen en su comportamiento político.[7] En algunos países, la cultura política se caracteriza por la desconfianza hacia los políticos y la corrupción, lo que puede llevar a una mayor tolerancia hacia el comportamiento deplorable de los diputados.
Otro factor que puede influir en el comportamiento de los diputados es la presión de los grupos de interés, como empresas y lobbies, que buscan influir en la política y en las decisiones que se toman en el gobierno. Los diputados pueden sentirse tentados a actuar en beneficio de estos grupos en lugar de en beneficio del interés público, lo que puede conducir a una baja ejecución de sus funciones y un comportamiento deplorable.
Por otro lado, la psicología individual de los diputados también puede tener un impacto en su comportamiento. El psicólogo social Philip Zimbardo ha demostrado que los individuos pueden verse afectados por la «teoría de los roles», es decir, que el comportamiento de una persona puede cambiar significativamente en función del papel que está desempeñando. Los diputados pueden sentir la presión de actuar en cierta manera para mantener su posición y su estatus, incluso si esto significa actuar en contra de sus valores personales y de lo que es mejor para la sociedad.[8]
En último lugar, los condicionantes sociales, como la falta de transparencia y rendición de cuentas, pueden permitir a los diputados actuar sin consecuencias y sin responsabilidad. Si no hay una vigilancia adecuada y una rendición de cuentas por parte de los ciudadanos y los medios de comunicación, los diputados pueden actuar en contra del interés público sin ser cuestionados.
Algunos expertos en el tema como Seymour Martin Lipset, autor de «Political Man», y Philip Zimbardo, autor de «The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil», pueden arrojar más luz sobre ésta situación. También se pueden consultar las estadísticas y análisis políticos publicados por organizaciones como Transparencia Internacional[9] y Freedom House. En lo que respecta a la docencia, estudiosos como Richard Fenno, autor de «Hogares del Congreso: arquitectura y política en el Capitolio de los Estados Unidos»[10], y Robert Putnam, autor de «Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Community«,[11] pueden ampliar la comprensión sobre este tema. También se pueden consultar estudios y análisis publicados por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México[12] y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de España.[13]
En síntesis, la conducta cuestionable de los diputados y su bajo rendimiento pueden ser el resultado de diversos factores sociológicos, psicológicos y ambientales. Algunos factores sociológicos incluyen la falta de confianza en las instituciones políticas y la polarización ideológica en la sociedad actual. Por otro lado, los factores psicológicos pueden involucrar la incapacidad de autocontrol y el sesgo de priorizar intereses personales sobre los intereses colectivos. Asimismo, los factores ambientales pueden incluir la presión de grupos de interés y el ambiente político altamente competitivo. Es importante continuar investigando y analizando estos factores para comprender mejor el comportamiento de los diputados y trabajar en su mejora, con miras a lograr una representación política más efectiva y justa.
[1] Dahl, R. (1971) <<Polyarchy: Participation and opposition>>. Yale University Press.
[2] Schumpeter, J. (1943) <<Capitalism, socialism and democracy>>. Harper & Brothers.
[3] Bowler, S. y Donovan, T. (2002) <<Democracy, institutions and attitudes about citizen influence on government>>. British Journal of Political Science, 32(2), 371-390. https://doi.org/10.1017/S0007123402000173
[4] Treisman, D. (2000) <<The causes of corruption: A cross-national study>>. Journal of Public Economics, 76(3), 399-457. https://doi.org/10.1016/S0047-2727(99)00092-4
[5] Pinto, A. R., Avelar, A. F., Barros, F. L. y Abrantes, J. L. (2019) <<An analysis of the determinants of corruption in Portugal’s municipalities>>. Local Government Studies, 45(4), 496-515. https://doi.org/10.1080/03003930.2018.1547927
[6] Mungiu-Pippidi, A. (2015) <<The quest for good governance: How societies develop control of corruption>>. Cambridge University Press.
[7] Lipset, S. M. (1981) <<Political man: The social bases of politics>>. Johns Hopkins University Press.
[8]Zimbardo, P. G. (2007) <<The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil>>. Random House.
[9] Transparencia Internacional. (2021). Corruption Perceptions Index.
https://www.transparency.org/en/cpi/2021/index/nzl
[10] Fenno, R. F. (1978) <<Home style: House members in their districts>>. Pearson.
[11] Putnam, R. D. (2000) <<Bowling alone: The collapse and revival of American community>>. Simon and Schuster.
[12] Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). (2022). Legislativo, Información y Comunicación. https://www.cide.edu/investigacion/legislativo-informacion-y-comunicacion/
[13]Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). (2019). Barómetro de octubre 2019. https://datos.cis.es/pdf/Es3257mar_A.pdf
policyexamination.com 
EL GRAN ROBO QUE ESTAN CAUSANDO POLITICOS O LEGISLADORES JUNTO CON JUECES ES DEBIDO QUE QUE EL PODER LEGISLATIVO PONE AL PODER JUDICIAK CUANDO EN VERDAD EL PODER JUDICIAL LO DEBERIA PONER EL PUEBLO CON EL VOTO EN LAS URNAS AL IGUAL QUE EL OUEBLO VOTA POR LOS DIPUTADIS Y SENADORES Y POR ESO ESTA CORROMPIDO EL PODER JUDICIAL JUNTO CON EL PODER POLITICO O LEGISLATIVO PUES SE TAPAN UNOS CON OTROS Y LAS CONDENASPOR SU CORTUPCION Y ROBOS SE SUELEN QUEDAR EN AFUA DE BORRAJAS . Y PARA QUE LOS PARTIDUS POLITICOS BO FUERAN PIRAMIDAKLS DEBERIA HABER LISTAS ABIERTAS EN LAS VOTACIONES . ASI SE VOTARIA MAS A LA PERSONA CON VALIA QUE AL LISTADO QUE PONE EL PARTIDO.
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